Encarcelado durante ocho años y medio en el régimen de Alberto Fujimori, plantea una reforma integral en el sistema penitenciario y también apuesta por proyectos sociales como Beca 50., Encerrado, Yehude Simon sintió que nunca perdió la libertad para soñar. Cuando estuvo en la cárcel, el político trató de pasar el mayor tiempo posible en la biblioteca. El escape perfecto eran los libros. Alejado de su cuarto, de las torturas y hasta intentos de asesinato. Bordear la muerte solo da más ganas de vivir. Por eso ahora respira y cree que puede ser presidente de la República, como otros 17 candidatos. PUEDES VER: Yehude Simon: “La cárcel no se debe sentir como un paraíso, es un castigo” Tiene look de profeta: barba pronunciada, la mirada fija y las palabras salen como si fueran parte de un versículo. Vinculado a veces con la izquierda, a veces no, Yehude lidera el Partido Humanista y aunque no aparece en las encuestas –es parte de la sección ‘otros’– ha asegurado que no renunciará. Recorre las calles con la esperanza de captar votos y dar un salto casi milagroso en los últimos 40 días de campaña. Presidente regional de Lambayeque durante dos periodos (2003-2008) con alta aprobación, falló en el cálculo cuando fue primer ministro de Alan García entre el 2008 y 2009, esperando poder dar el salto a la presidencia en las siguientes elecciones, pero el ‘Baguazo’ afectó sus aspiraciones. “Siento que fui boicoteado. Mercedes Aráoz presionó con el TLC, la embajada americana dijo que estábamos dialogando mucho, pero responsable fue todo el gabinete”, indica con mueca de incomodidad en su despacho donde destacan libros de poesía y también una foto con Hugo Chávez, ex presidente de Venezuela. Él estuvo a favor de la Consulta Previa. El actual congresista fue encarcelado en 1992, durante el régimen de Alberto Fujimori, por “apología del terrorismo”, condenado 20 años a prisión, aunque él dice que solo conversaba con algunos líderes para intentar que no brote más violencia. “Tenía los teléfonos intervenidos, intentaron matarme y me detuvieron a una cuadra del Canal 5”. Entra en un flashback, de esos que nunca se olvidan. En prisión estuvo 8 años y medio, fue liberado en el gobierno de Valentín Paniagua y por eso ahora propone que las cárceles sean centros productivos, donde los reclusos trabajen para producir ingresos, no solo para pagar la reparación civil sino para que cuando salgan en libertad puedan tener un negocio propio. Movimientos políticos Fue acusado de tránsfuga por haber sido primer ministro de Alan García, aliado de PPK en las elecciones pasadas y tras unirse a Perú Posible para integrar una comisión en el Congreso en este periodo. Pese a eso asegura que nunca se ha cambiado de ‘camiseta’ porque solo ha sido militante del Partido Humanista. También ha sido sindicado como 'oficialista' y ahora pretende dar el golpe en una contienda donde pocos apuestan por él. Sus cuatro hijos y ocho nietos se han convertido en el motor de este hombre de 68 años que se ve en Palacio de Gobierno, aunque cree que las reglas de juego no son iguales para todos, ya que a su entender hay algunos candidatos que han debido ser sancionados por romper reglas electorales. “Es como si en el fútbol expulses a Messi o a Pelé. Se te va todo el estadio encima. Ahora es el poder del dinero”, asegura. Promotor del referéndum para cambiar de Constitución, o por lo menos modificarla, porque “esta nació en un gobierno no democrático”, apuesta por cambios radicales como darles el poder sobre el subsuelo a los dueños de las tierras. No cree que las Fuerzas Armadas sean la solución para la inseguridad ciudadana, tampoco que se deba privatizar el agua ni está de acuerdo con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Le gustaría que haya una aerolínea peruana, pero no lo considera una medida ‘estatista’ y pretende una revolución en el sistema médico que evite que las medicinas sean caras. Quiere crear la Beca 50, un programa de capacitación para que personas de entre 50 y 60 años tengan una carrera técnica y poder emprender proyectos propios, con lo que se reduciría el asistencialismo. Yehude Simon pasa los domingos con toda su familia, no permite extraños. Médico veterinario y sociólogo, pero antes de todo, político. Una vocación que le corre por las venas y hace que esa llama de esperanza para ser presidente no se apague. Reacciones "Yehude siempre trata de actuar con honestidad, es un buen político. Tiene un partido pequeño y le deseo suerte en esta contienda" - Mauricio Mulder. Congresista de la República.