Director ejecutivo de Proética y ex ministro del Interior., Terminado el foro Los Candidatos Presidenciales ante la Corrupción, organizado por Proética, Albán consideró que falta un diagnóstico profundo hecho por los candidatos de una estrategia para combatir la corrupción. No obstante, calificó el encuentro de positivo porque se ha puesto sobre la mesa este crucial debate. Luego de escuchar las propuestas anticorrupción de los candidatos, ¿cuál es su balance? Ha sido altamente positivo para el país. Para que el tema (de la lucha anticorrupción) se visibilice como de alta prioridad. La convocatoria ha servido para que incluso las organizaciones políticas puedan tomar esto un poco más allá de lo que habían presentado los candidatos en su plan de gobierno. Pero ¿han planteado medidas concretas? Me parece que ahí (en los planes de gobierno) teníamos la evidencia de que no se había dado la importancia que el tema tiene en este momento. A nuestro juicio, la corrupción engloba un conjunto de problemas que tenemos que solucionar si queremos tener una viabilidad como sociedad. La evaluación de las propuestas es positiva, pero en general lo que demuestra es que no existe una clara concepción de la dimensión del problema y la necesidad de contar con una estrategia integral. ¿Cuáles han sido los vacíos? Prácticamente nadie hizo referencia a cómo ha crecido la economía informal, hay tantos recursos que provienen del narcotráfico, lavado de activos, tala ilegal y trata de personas. Entre las propuestas está la eliminación de la inmunidad parlamentaria y ministerial, ¿sería viable en el Congreso? Ahí denota que no hay un cuidado en la elaboración misma de la propuesta, porque no podemos hablar de inmunidad en el caso de ministros. Quienes tienen inmunidad son los parlamentarios y algunos funcionarios. En Proética hace mucho tiempo hemos señalado que se debe eliminar la inmunidad, porque esto ha servido para la impunidad. Se ha distorsionado. No existe voluntad en el Congreso. Si lo dejamos a la buena voluntad de los congresistas, la inmunidad nunca va a ser dejada de lado. Porque esto se ha convertido en un atractivo para que gente que debería estar siendo procesada postule al Congreso, porque saben que van a tener una suerte de manto protector. Entonces, ¿cuál es la salida? Creo que también va a llegar gente idónea (al próximo Parlamento). Lo que hay que hacer es una alianza y con una presión de la sociedad civil se tendrá al final un resultado para que sea erradicada la inmunidad. Este es un punto en el que la mayoría de los candidatos ha coincidido. Al igual que en la imprescriptibilidad de delitos de corrupción, ¿cómo hacer para que esos compromisos se cumplan? Hay aparentemente una coincidencia absoluta, pero esto se viene debatiendo desde hace años y no se ha logrado. Porque en el Congreso no pasa. Para la dimensión del problema de corrupción en el país, nosotros necesitamos propuestas que vayan al fondo del problema. Por ejemplo, la UIF se ha quejado por no poder acceder a información debido al secreto bancario y fiscal, y la propuesta de ley también está en el Congreso... Hay medidas que hace rato se caen de maduras y tenemos que ver por qué no se han tomado en cuenta. Dado que todos los candidatos han mostrado que no tienen la menor duda en comprometerse a hacerlo, deben hacerlo ahora. Esto hay que reclamarles a los candidatos hoy. ¿Hay una visión superficial de la lucha contra la corrupción? No hay una visión integral de la corrupción, porque no hay un diagnóstico actualizado de lo que significa para el Perú. No cabe duda de que la corrupción ha existido siempre, pero lo que está pasando actualmente es que tenemos una corrupción que ha crecido a la par con el crecimiento económico. El crimen organizado y el narcotráfico pululan en el Estado. La economía ilegal ha penetrado en el Estado. Tenemos un grave riesgo de pasar a ser un narcoestado. Lo que está ocurriendo es que el crimen organizado a través del lavado de activos, con estas empresas cascarón, penetra en el Estado.