Navío que lleva el nombre de histórica corbeta que intervino en la Guerra del Pacífico, ha sido construido por la empresa nacional Servicios Industriales de la Marina (SIMA), con la participación de contratistas extranjeros que se encargaron del diseño y de la habilitación de uno de los proyectos más ambiciosos de la industria naval peruana., Alrededor de 250 hombres que parecen hormigas en el interior de un monstruo acuático, trabajan día y noche, en agotadoras jornadas completas, para culminar la construcción del buque escuela a vela Unión. PUEDES VER: 2016 lleva el nombre de Año de la consolidación del Mar de Grau El proyecto está a cargo de la empresa Servicios Industriales de la Marina (SIMA), a un costo de 161.5 millones de soles, y que ha previsto entregarlo -o comisionarlo, en la jerga de los marinos-, el 27 de enero. Originalmente se había fijado en el calendario el 15 de abril. El adelanto de fecha responde al increíble esfuerzo de los trabajadores, para quienes es una cuestión de honor participar en la obra, por pequeño o grande que sea su aporte, soldando o enchapando, tallando o pintando, instalando interminables cables de todos los colores o programando el sofisticado sistema de navegación. Es una asombrosa conjunción de técnicos y artesanos que devolverá al SIMA la capacidad de emprender construcción de embarcaciones de gran calado. Desde el mismo día del comisionamiento, la Marina hará las pruebas en el puerto y en el mar. Conforme se acerca la fecha, aumenta el empeño, la velocidad y el pulso de todos los involucrados, desde el alto mando naval hasta el trabajador que se encarga de reciclar las latas de pintura, pasando por los ejecutivos del SIMA. “La construcción del buque escuela a vela Unión representa un antes y después en la historia de los proyectos de esta clase en nuestro país porque se trata de un desafío sin precedentes”, describió el contralmirante Eduardo Novoa Monge, quien hasta el 31 de diciembre actuó como director ejecutivo del SIMA. El ruido es infernal en las horas punta de trabajo en las instalaciones del buque a velero en el que se han destinado más de 3 mil 500 toneladas de acero. Son los sonidos de los tornos, taladros, soldadores, grúas, poleas, cortadoras, esmeriladoras, sierras circulares, en fin. “Para que el trabajo no sufra ningún tipo de retraso, los trabajadores se han organizado para consumir sus alimentos por grupos. Lo mismo sucede con los trabajadores de las compañías extranjeras que se han contratado. Hay un sólido compromiso de todos los que intervienen en el proyecto porque saben que “se trata de una oportunidad histórica”, resaltó quien fuera el jefe del proyecto hasta fin de año último, el capitán de fragata Mario Alor Hurtado. El siete de marzo de 2013, SIMA compró a la compañía española CYPSA Ingenieros Navales los planos para la construcción del buque escuela a vela, por más de 2 millones de euros. En junio de 2014, en un proceso de selección en el que se presentaron tres compañías extranjeras, obtuvo la buena pro el Consorcio Acopafi-Wienecke para la acomodación, jarcia y velamen según los estándares internacionales, por un costo aproximkado de 20 millones de euros. Diario La República Wienecke, cuya sede se encuentra en Viña del Mar, Chile, es un reconocido fabricante de velas que también ha sido contratado por los marinas de México, Argentina, Colombia y Venezuela, entre otros países. “Además, se cuenta con el servicio de compañías clasificadoras de prestigio mundial que se encargan de que se cumplan con todos los parámetros exigidos por las normas internacionales. Nada se deja a la improvisación o al último momento. Está en juego el prestigio del SIMA ante los ojos del mundo, por eso nos preocupamos del más mínimo detalle”, apuntó el contralmirante Novoa en el mismo astillero donde se encuentra el buque Unión, que tiene una capacidad para 257 hombres y una velocidad de motor de 12 nudos. Al mismo tiempo que avanza la ejecución de la obra, el instituto naval ha dispuesto el entrenamiento de la primera tripulación del buque escuela vela, que incluye apuntalamiento, parchado y taponeado de buques, navegación básica a vela, control de averías, lucha contra incendios, nudos y cabullería, entre otros. La escultora Pilar Martínez Woodman ha sido la encargada del diseño de bronce del mascarón de proa con la imagen a cuerpo entero de Túpac Yupanqui, “El resplandeciente”, también conocido como el Inca Explorador. La elección se debió a que según los cronistas españoles, Túpac Yupanqui navegó por el Pacífico en busca de nuevas tierras y probablemente descubrió algunas islas de la Polinesia. La imagen es imponente e incluye símbolos reconocibles como la piedra de los siete ángulos, iconografía inca en la vestimenta del personaje, el sol y la luna, surcando las aguas. Llamado Unión como tributo a la corbeta que con el mismo nombre tuvo una destacada actuación en la Guerra del Pacífico, cuando empiece a navegar inaugurará una nueva etapa en la historial naval del país. Cifras 2 mllns de euros fue el costo del diseño que hizo la compañía española CYPSA. 20 mllns de euros es el costo del velamen, jarcia y acomodación por parte del consorcio Acopafi-Wienecke. 3,500 toneladas de acero demandó la construcción de “Unión”.