El diario Expreso, que es lo más parecido a un vocero de Kenji Fujimori lo muestra, por la vía del rumor, buscando la manera de hacerse de una bancada propia, o por lo menos de un grupo propio. Una de las pruebas sería que sus discrepancias vienen recibiendo respuestas cada vez más ásperas desde el cogollo de Fuerza Popular. Sin duda KF no es el único que aspira a independizarse en el Congreso, pero este es un caso con elementos de lo insólito, y el de más alto perfil. La imagen es que podrían estar en juego una mayoría parlamentaria, una candidatura presidencial, y la unidad política de la familia Fujimori, y la actuación futura de un Alberto Fujimori liberado.En verdad lo que KF ha logrado hasta ahora es una imagen diferenciada, pero no realmente una tendencia, y menos un núcleo resistente a la cúpula del partido. Además cada tanto hace saber que no tiene intenciones de abandonar FP, y todavía nadie en la mototaxi parece poder imaginar siquiera una expulsión.Pero las respuestas de sus correligionarios van de lo fuerte a lo abiertamente desdeñoso, señal de que allí nadie les ha pedido que midan el golpe, o eviten una guerra de declaraciones. Al contrario, parecen maneras de hacer buena nota con la lideresa, responsable última de lo que viene criticando el hermano.Lo que KF necesitaría para instalarse en algo parecido a un poder efectivo dentro del Congreso sería algo así como una docena de seguidores decididos dentro de FP, numéricamente capaces de privar al partido de su mayoría absoluta propia, y de neutralizar a algunos pequeños aliados de Keiko Fujimori.No es algo que parezca estar a la vuelta de la esquina, pero que en el horizonte de los próximos cuatro años no puede ser descartado del todo. Sin embargo no sabemos cuál sería el proyecto alternativo de KF. Sin duda hay liberalismo y sensatez en sus declaraciones. Pero liberar al padre no llega a ser un programa político.Si el indulto a Alberto Fujimori con el que tanto está jugando Pedro Pablo Kuczynski se llega a producir, sería una prueba de fuego también para el hijo Kenji. En lo personal sería una plegaria atendida, pero en lo político puede no resultar exactamente lo que esperaba. Igual para la hermana Keiko, cuyo destemplado tuitazo a PPK es claro indicio de un temor a que el mérito de un indulto vaya todo a Kenji Fujimori.Si el indulto a Alberto Fujimori con el que tanto está jugando Pedro Pablo Kuczynski se llega a producir, sería una prueba de fuego también para el hijo Kenji.