Oferta y pedido al congreso de PPK para sobrevivir.,Mientras Fuerza Popular no para de arrinconar al gobierno mediante la obstrucción de sus políticas y el derribamiento de sus ministros, la débil presidencia de Pedro Pablo Kuczynski se sigue esforzando por demostrar, cada día que pasa, cuán frágil es, sin mostrar, hasta el momento, una estrategia que la haga políticamente viable en los cuatro años que le faltan, y que vaya más allá de solo sobrevivir. Eso es lo que transmite el comunicado emitido anteayer por el premier Fernando Zavala, luego de que el congreso le negara, por amplia mayoría, la confianza solicitada al ministro de economía Alfredo Thorne, echándolo de esa manera del gabinete.A través de un comunicado y de un mensaje en video, Zavala reaccionó ante la decisión del parlamento que le produjo un gran hueco en el gabinete, pidiéndole tranquilidad a la ciudadanía, lamentando la decisión que obliga a “cambiar de ministro de economía en una situación así (Niño Costero, Lava Jato)”, y concluyendo que “nadie se detendrá un día porque la tarea es grande para que el Perú sea un país moderno”. Ninguna queja.En la misma dirección, el presidente Kuczynski dijo ayer que “el Perú sigue trabajando, va adelante, ténganlo por seguro, estamos avanzando”, y agregó que “no les voy a decir quién es el nuevo ministro, lo único que les puedo decir es que no corre tabla y no tiene pelo verde”, un chiste que, a diferencia de hace un año, ya no produce ninguna sonrisa.Y no da risa porque ya ha desaparecido el optimismo de hace un año debido a que, entre una oposición fujimorista con sus aliados del Apra y AP que está desbandada, y un gobierno de PPK paralizado por carecer de una estrategia de respuesta ante los Al Qaeda con curul, la perspectiva es pesimista. La situación todavía se pondrá peor antes de estar mejor.Hoy se percibe a un gobierno sin rumbo, atemorizado, y apostando a un indulto para Alberto Fujimori que ya ha sido decidido por el presidente Kuczynski y que se ofrece a cambio de que no le sigan derribando ministros sin fundamento y como chantaje.El problema para PPK es que, al margen de los cuestionamientos legales y éticos de su decisión de indultar a Fujimori, no es claro si eso le dará tranquilidad a su gobierno entre el sector de Kenji que apuesta por eso, y el otro mayoritario de Keiko a quien ese desenlace puede producir una mayor agresión hacia el gobierno.La apuesta de PPK es, en resumen, el ofrecimiento de un indulto para Alberto Fujimori y el pedido de clemencia a un congreso. Un combo de resultado bastante incierto.