¿Podría funcionar un encuentro Pedro Pablo Kuczynski-Keiko Fujimori? Como simple presentación de una tregua, probablemente no. Tendría mejores posibilidades de éxito como negociación de una agenda, con temas y plazos definidos. Pero esos temas, que tendrían que ser definidos de antemano, ni siquiera están sobre el tapete. El pasado encuentro no funcionó, como es notorio. Ponerse bajo el paraguas del Cardenal convirtió el encuentro en un gesto que no llegó a volverse político, y del cual ninguno salió comprometido. Su tema implícito fue que los dos candidatos amistaran, lo cual no sucedió. Una prueba más de que conversar no es pactar. Un segundo encuentro no es un hecho todavía. Pero ya hay algunas lecciones aprendidas. Por ejemplo la sugerencia de que se produzca en Palacio, el espacio natural para una aproximación de las dos figuras. En cambio que la promotora de la conversación sea la vicepresidenta Mercedes Aráoz puede funcionar como un escollo. La palabra que se viene utilizando es conversar, lo cual parece bien para una primera etapa. Pero limitaría mucho las cosas que los participantes llegaran a ella sin un cierto deseo de llegar a acuerdos. Ambos ya demostraron que pueden conversar. Ahora podrían demostrar que pueden mantener la institucionalidad y la economía en su sitio. Lo que se hace necesario a estas alturas es definir la naturaleza del juego entre PPK y KF. ¿Hay posibilidad de que uno de ellos gane puntos sin que el otro los pierda? ¿Son los únicos jugadores o hay terceros que deben ser tomados en cuenta? ¿Debe el juego limitarse a los problemas más apremiantes o incluir el mediano plazo? Es más o menos claro que el problema que motivaría la reunión no puede ser solo un salvataje de ministros, o un gabinete más tolerable para el fujimorismo. El asunto de fondo es cómo convertir el curso de colisión Ejecutivo-Congreso en algo así como una marcha paralela (léase independiente) de los dos hacia algunos objetivos comunes. De otra parte una agenda previa es indispensable para que los dirigentes puedan arreglar las cosas para evitar rebeliones internas, y alcanzar alguna durabilidad. Los problemas hoy no son solo por una mala inteligencia PPK-Keiko Fujimori. Hay otras fuerzas y otros intereses en juego que es preciso tomar en cuenta. ¿Hay posibilidad de que uno de ellos gane puntos sin que el otro pierda? ¿Son los únicos jugadores o hay terceros que deben ser tomados en cuenta?