La cita con la historia de PPK para desentrampar la crisis.,En medio de un sinfín de rumores y de un mar de dudas, el mando mayor del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski debate con intensidad creciente, y no pocas diferencias, el camino a seguir para superar el entrampamiento político que vive el país, sin descartar opciones que se pensaba que se habían dejado de lado como el indulto a Alberto Fujimori. El entrampamiento actual no es otro que el derivado de la imposibilidad, durante el año que ha pasado, de articular una convivencia mínima entre un gobierno frágil como el de PPK –que cada día se esfuerza por demostrar lo frágil que es– y el congreso de Keiko Fujimori gracias a su aplastante mayoría parlamentaria. La consecuencia del entrampamiento es la paralización gradual del país, especialmente de las decisiones económicas y empresariales, por un conflicto que afecta la inversión, el crecimiento, el empleo y el lanzamiento de reformas indispensables del ámbito económico e institucional. Por un lado, un fujimorismo en el que es difícil identificar su objetivo más allá que debilitar al gobierno, pero sin plantear una propuesta concreta para desentrampar la situación. Por el otro lado, hay un gobierno que, hasta el momento, no ha sido capaz de plantear una estrategia política para enfrentar a un fujimorismo con sangre en el ojo que le hace la vida imposible y lo amenaza con censurarle ministros sin tener un fundamento sólido. A Carlos Basombrío lo quieren censurar con un pliego de interpelación que es un verdadero mamarracho, mientras que a Alfredo Thorne se lo quieren volar por un par de frases infelices expresadas por un ministro de una gran ingenuidad política –única razón por la que PPK sí debería cambiarlo– pero que no transmiten la sensación de querer ‘extorsionar’ –como ha dicho nada menos que alguien que sí sabe del tema como Alan García– a un contralor que ha demostrado estar mejor preparado para administrar Las Cucardas. En esta circunstancia, es evidente que la iniciativa de solución no va a venir de Fuerza Popular, pues Keiko Fujimori parece creer –erróneamente– que robustece su perspectiva política demoliendo a la presidencia de PPK, sino del gobierno. Es el presidente Kuczynski el que tiene una cita con la historia por la responsabilidad ineludible que le corresponde como jefe de Estado, de plantear una salida al entrampamiento actual, la cual deberá explicar –como corresponde en una democracia– a la población para persuadirla de que lo acompañe en la difícil decisión que debe tomar. Que Dios lo ayude.