¿Va a haber una real batalla en torno de los ministros en la mira de Fuerza Popular? En realidad no parece haber más batalla disponible que el camino de la cuestión de confianza: un par de gabinetes al hoyo y nuevas elecciones para el Congreso. El año pasado era una opción riesgosa. Hoy se está volviendo la única opción. Inicialmente era posible pensar que con la censura de Jaime Saavedra FP demostraría fuerza para un buen rato y se sacaría el clavo de la derrota presidencial. Pero lo que vino después está desmintiendo esas ideas. Con Martín Vizcarra precensurado, y ahora tres ministros más marcados, el tiro al gabinete aparece como un rasgo permanente. El arrinconamiento del Ejecutivo ya está aquí, y con una fuerza tal que cuesta imaginar cuatro años más de semejante acoso. Lo que se perfila es un Pedro Pablo Kuczynski gobernando con ministros transitorios. Lo cual también significa políticas tentativas, y gran dispendio de energías en las comisiones del Congreso. Hasta el momento PPK viene optando por la actitud positiva del vaso medio lleno, reconociendo el problema pero a la vez minimizándolo. Como si ya se hubiera resignado a una gestión limitada, en la cual parte del mandato ministerial es cuidarse las propias espaldas, de la mejor manera posible. En este contexto los rumores acerca de cambios en el gabinete para julio se vuelven una cruel ironía. Pues los cambios previstos en el gabinete están corriendo por cuenta de FP. Además son cambios sin dirección alguna. Hasta aquí FP no tiene propuestas en el tema, en el cual se conduce como una fuerza ciega concentrada solo en derribar. Parte del optimismo de PPK parece consistir en la idea de que no es necesario moverse en dirección de algún tipo de acuerdo. Quizás considera que un convenio de mutuas concesiones sería para todo fin práctico una rendición. Es decir, imagina un final horrible en lugar del horror sin fin que ahora lo amenaza, y que parece dispuesto a tolerar. Quizás la cúpula de FP, la que seguirá allí en el post-2021, no tiene el menor interés en llegar a un convenio de gobernabilidad. Pero se acerca el día en que PPK va a tener que presentarle al país algo en esa línea. Tal vez no resuelva las cosas, pero las aclararía mucho. En este contexto los rumores acerca de cambios en el gabinete para julio se vuelven una cruel ironía.