La emisión de bonos de Petroperú por US$ 2,000 millones permite que, finalmente, la empresa avance en el “cierre financiero” para financiar la modernización de la Refinería de Talara. Las tasas de interés han sido bajas: 4.75% para los US$ 1,000 millones a 15 años y 5.625% para los US$ 1,000 millones restantes, colocados a 30 años. Contribuye a estas bajas tasas la percepción de los mercados financieros acerca de la situación económica del país (la demanda superó los US$ 10,000 millones). En realidad, el “cierre financiero” debió haberse concluido hace muchos meses para evitar los préstamos caros de corto plazo (1). En ese retraso –que reduce el flujo de caja de Petroperú- el MEF jugó un rol determinante y llevó hace pocos días a Apoyo y Asociados a rebajar la calificación de Petroperú de AA+ a AA-, señalando de todas maneras que “el rating aún implica una muy alta capacidad de pago de las obligaciones financieras” (2). Petroperú también debe responder al Informe Previo de la Contraloría (del lunes 12), que señala que no fue factible verificar el monto integral del proyecto porque los valores brindados corresponden a valores referenciales. Señala, además, que hay una demora en la ejecución de las unidades auxiliares y complementarias (planta de ácido sulfúrico, de nitrógeno, desalinización de agua de mar, energía), principalmente, por la demora en el proceso de contratación. Frente a ello, el presidente de Petroperú, Luis García Rosell, ha dicho que el modelo económico financiero arroja una rentabilidad positiva y que el endeudamiento ha sido autorizado por el MEF. Agregó que para contribuir a levantar las observaciones de la Contraloría, había encargado un informe a una entidad independiente, la consultora de EEUU Arthur D Little. Este informe debiera validar la idoneidad de los estudios de ingeniería y su rentabilidad. En las unidades auxiliares existe ciertamente un retraso pues la empresa no tuvo éxito en las dos licitaciones realizadas desde mayo del 2014 (firma del contrato). Actualmente, se evalúa si estas unidades se le encargan a Técnicas Reunidas (que construye la refinería) o son licitadas a terceros. Urge una definición, pues la demora retrasa el proyecto en su conjunto, lo que de hecho ya acarrea costos. La emisión de los bonos es un mérito importante de Petroperú, que debe llevar a todos sus integrantes –desde los obreros hasta las gerencias y el Directorio, pasando por los profesionales y los empleados- a redoblar los esfuerzos para concluir en buen pie la modernización de Talara. La responsabilidad aumenta ahora en términos exponenciales, lo que debe llevar a potenciar el Buen Gobierno Corporativo, concluir el saneamiento del oleoducto, acceder a la integración vertical y la renta petrolera (con el Lote 64 y la próxima entrada al Lote 192) y, ahora sí, pensar en serio en la emisión de acciones en la Bolsa de Valores (hasta el 20%) para incorporar al sector privado. Hay que subrayar, también, que este proyecto, comenzado en el 2008, ha sido impulsado por tres gobiernos. No solo eso. El Congreso también jugó un rol clave, de la mano con sus trabajadores, pues en el 2006 excluyó a Petroperu de la privatización y aprobó su fortalecimiento. Después han venido otras leyes, como la Ley 29817 de diciembre del 2011; la Ley 30130 de diciembre del 2013; la Ley 30357, de diciembre del 2015 (Lote 192) y, hace pocos meses, el DL 1233. Pero quizá el elemento central, hoy, es dotar al proyecto de modernización de la empresa –donde Talara cumple un rol central- de una apertura al diálogo con el periodismo, los analistas, los medios académicos, los gremios profesionales y las organizaciones de la sociedad civil. Se trata de escuchar y dar respuesta a todas las interrogantes, a la vez que se asimilan los aportes correspondientes. Estamos en un momento crucial, en el cual el diálogo y la transparencia son, no solo necesarios como siempre, sino indispensables. Finalmente, este proyecto -uno de los pocos que no necesita “destrabe”- contribuirá al crecimiento de la Región Piura y del país, así como a mejorar la contaminación del aire, además de reducir las importaciones de combustibles caros. Se debe avanzar hacia un consenso positivo de largo plazo sobre el rol de la empresa estatal, como en Colombia y Chile. Es difícil, lo sabemos. Pero a eso debiéramos llegar. ---- (1) El “cierre financiero” no ha concluido aún, pues está pendiente la obtención de un préstamo por US$ 1,250 millones a ser avalado por la Agencia de Seguro de Crédito a la Exportación de España (CESCE). (2) Ver el informe en: https://goo.gl/44lw1X