Ha comenzado ya la etapa de la emisión de bonos por Petroperú y se espera el Informe Previo de la Contraloría (1), así como la validación de la ingeniería y la rentabilidad de Talara, encomendada por Petroperú a Arthur D. Little. En este contexto es útil avanzar en la discusión de que si conviene o no importar combustibles: se dice que como el Perú no produce la cantidad de petróleo que necesitan las refinerías, entonces pierde sentido mejorar la capacidad de las refinerías. Parece lógico, pero miremos más de cerca. Muchos países no tienen petróleo propio y, sin embargo, tienen una gran capacidad de refinación: Francia, Alemania y Corea del Sur, por ejemplo. En nuestra región está Chile, cuya producción propia no llega a los 10,000 barriles diarios (BD). Sin embargo, la estatal ENAP es dueña de dos refinerías que procesan 214,000 BD de petróleo importado (2). Siempre es más económico y conveniente producir petróleo que no hacerlo (cumpliendo las normas medio ambientales y de respeto a los derechos de las comunidades nativas). Cuando se produce petróleo, las empresas pagan impuesto a la renta y regalías, además de generar empleos. Asimismo, las regiones y municipalidades reciben el canon, que debiera ser correctamente usado (a veces no es el caso). Eso está muy bien. Pero, ojo, el precio de los combustibles no va a disminuir, aun si el Perú produjera más petróleo, porque el precio de los combustibles se determina en el mercado internacional. Aun si produjéramos tanto como Venezuela, el precio de venta de la gasolina no cambiaría para los consumidores. Por tanto, si tuviéramos que importar, la diferencia entre un petróleo nacional y uno extranjero sería únicamente el costo del flete, porque el arancel para el crudo es cero (0). Si viniera de Ecuador y Colombia, el flete sería bajo (que es de donde proviene la mayor cantidad). Si viene de más lejos, el flete aumenta. Poseer capacidad de refinación propia es importante por varios motivos. Uno es que es más económico transportar petróleo crudo que los derivados ya refinados (gasolinas, diésel, naftas). Dicho de otra manera, el costo del transporte por barco de un barril de petróleo crudo es más barato que el costo por barril de los combustibles. Esto porque los barcos que transportan combustibles (“tanqueros limpios”) tienen una serie de compartimientos para alojar los diferentes tipos de combustibles (3), con lo cual los costos de carga y descarga, así como su limpieza y mantenimiento son más elevados que los barcos que transportan petróleo crudo (“tanqueros sucios”). Dice el Departamento de Energía de EEUU que el costo de transporte de crudo (en dólares por tonelada métrica) es 50% más barato que los combustibles y el 80% del comercio mundial le corresponde al crudo y 20% a los combustibles. Además de los impactos comerciales favorables a la importación de crudo que acabamos de señalar, existe también un impacto favorable proveniente de la refinación, es decir, del proceso de industrialización (ojo) que convierte al crudo en combustible. Esto se llama margen de refinación, el cual es variable, pero se sitúa alrededor de los 4 a 6 dólares por barril (puede ser mucho más). Si un país importa combustible en lugar de crudo, eso significa que la refinería extranjera se queda con el margen. Pero si se refina acá, el margen se queda en el país, por lo que el Estado recibe mayores impuestos. No solo eso. La refinería de Talara va a contar con equipos llamados de “conversión profunda” que permiten maximizar el rendimiento de los crudos pesados, que son más baratos. En otras palabras, compro el crudo pesado barato y obtengo mayor cantidad de combustibles ligeros, lo que no podía hacer antes. Ha dicho el presidente de Petroperú, Luis García Rosell, que el margen de refinación en Talara llegaría por eso a US$ 15 a 18 por barril, lo que haría rentable la inversión (4). Lo dicho hasta acá no es un análisis de rentabilidad del proyecto, el cual se ha encomendado a la consultora Arthur D. Little y debe estar listo dentro de poco. Pero sí nos permite discutir y comparar diversos argumentos contrarios a la modernización de la Refinería de Talara. Ese marco de diálogo debiera comenzar ya para lograr un consenso positivo para este proyecto –que no necesita “destrabe”– y que va a dinamizar la economía del norte y de todo el país. 1) Ver “Contraloría, Chinchero y Petroperú, en www.cristaldemira.com. 24/05/2017. 2) www.cristaldemira.com, 30 de mayo 2016. 3) “Cada uno de estos productos tiene que cumplir con diversos estándares u especificaciones y el riesgo de contaminación entre productos implica que no es posible transportarlos o almacenarlos en el mismo receptáculo”, ver “Enciclopedia de Hidrocarburos: Análisis de la estructura de costos y funciones en el transporte y refinación de petróleo”. 4) Ver https://goo.gl/k5Cn2P.