El programa ‘Conversando con el presidente’.,Pedro Pablo Kuczynski lanzó el domingo ‘Conversando con el presidente’. Como suele ocurrir con los nuevos programas de TV, es mejor no concluir solo por la edición del estreno pues, en estos asuntos de la caja boba, el baile recién empieza con las ediciones siguientes. Sin embargo, algo se puede decir mientras tanto. Si bien no hay duda de que un deber ineludible de todo gobierno es explicarle a la ciudadanía lo que hace, siempre hay controversia sobre la selección de la herramienta correcta. El presidente, quien ya tiene experiencia con los ‘Diálogos con PPK’ en RPP desde hace varios años –aunque ello todavía no se refleje en su desempeño ante las cámaras–, lanzó un espacio quincenal con el formato de explicación de lo que se hace en un sector donde él hace de entrevistador/comentarista ante un ministro. La primera edición se hizo en un colegio en la provincia piurana de Huancabamba, una zona azotada por los desbordes, con un tema relevante como la educación y con una ministra telegénica de perfil tecnocrático. Si se sigue esa pauta en el futuro, la cual tiene la ventaja del libreto preparado, se puede concluir que no tendrá éxito en el rating, pues siempre tendrá más audiencia una entrevista picante con un periodista. No es claro si ‘Conversando con el presidente’ implica que ya no habrá entrevistas periodísticas con PPK, pero sería un error abandonar esta opción pues una estrategia de comunicación relevante considera un menú amplio de alternativas. El espacio ha tenido críticas. El siempre desacertado Héctor Becerril ha dicho que “ahora el presidente tiene un programa propio tipo ‘Combate’”, pero o este no vio la edición del domingo, o nunca ha visto un reality. Otros, como algunos periodistas que no suelen opinar sin un billete al lado que les diga qué decir en cada tema, se han quejado del costo del programa, pero se sabe que su emisión será gratis, pues estará a disposición del medio que lo quiera difundir. El programa presidencial lo han usado muchos, desde Franklin Delano Roosevelt con sus ‘Charlas junto a la chimenea’, pasando por Lula, Kirchner, Chávez y Correa. Otros, como Alberto Fujimori, compraban broadcasters con escándalo, un par de los cuales sigue en el negocio de la TV abierta o digital. Lo bueno es que PPK tendrá muchos defectos, pero la falta de respeto a las libertades democráticas no es uno de ellos. Todo depende, en realidad, de cómo se lo use. Quien haya visto una edición de los programas de cuatro horas de Rafael Correa, concluirá que lo de PPK es un juego inocuo de niños.