De los principales actores que juegan en la actual cancha política (FP, El Ejecutivo, los medios y el FA), el fujimorismo es el que tiene un juego grande y articulado que ha salido a luz a propósito de las presiones que viene ejerciendo para que AF salga libre. He aquí las movidas principales de su juego político:En primer lugar, FP quiere que AF salga libre sin pagar los costos políticos que su liberación implica. El Parlamento ha rechazado un proyecto de prisión domiciliaria para AF e insiste en el indulto. En segundo lugar, FP pretende que PPK otorgue el indulto y pague los costos políticos que eso conlleva: traición a sus electores, deslegitimación y debilitamiento casi total del gobierno para convertirlo en su pelele. El único temor que el fujimorismo parece albergar es el probable cuestionamiento del liderazgo de KF por parte de AF libre como nuevo actor en la cancha. En tercer lugar, FP está aplicando una política del chantaje para lograr el objetivo del indulto. Para doblegar a PPK amenaza con censurar a algunos ministros generando inestabilidad e ingobernabilidad. El primero en la lista es Carlos Basombrío, el ministro del Interior, con el pretexto baladí de hacerse de la vista gorda frente a la apología del terrorismo. Las Alcortas y los Becerril han hecho más propaganda al Movadef que todas sus marchas juntas: ¿Quién hace objetivamente alegoría al terrorismo?En cuarto lugar, FP busca neutralizar e inmovilizar al FA y a las izquierdas con la misma acusación idiota de alegoría del terrorismo. Lastimosamente, parece que en el FA hay colaboradores (¿voluntarios e involuntarios?) del fujimorismo. En quinto lugar, FP se ha propuesto intimidar, neutralizar y negociar (al final) con los medios presentando proyectos que vulneran la libertad de empresa y la libertad de expresión. FP ha logrado ya infiltrar topos en algunos medios (RPP y diarios de 50 céntimos) con el apoyo probable de sus propietarios.En sexto lugar, FP sueña con secuestrar la política, convertirla en su coto cerrado (compartido con fantasmas del pasado que deambulan por los pasillos del Congreso y con otros personajillos que tienen la franquicia electoral) y excluir a los nuevos actores de la de la renovación política (Julio Guzmán y Verónika Mendoza). Este es el objetivo central de la llamada reforma del sistema electoral elaborada por una comisión especial del Congreso.Todas estas movidas configuran una estrategia de construcción de una dictadura parlamentaria que tiene como objetivo no solo debilitar más aún y desbarrancar a PPK y al Ejecutivo sino también someter a los medios y excluir al FA y a las izquierdas del juego democrático electoral. Esta estrategia autoritaria presenta grandes desafíos a las fuerzas democráticas de derecha, de centro y, en particular, de la izquierda. ¿Cómo están respondiendo las fuerzas democráticas a estas movidas y a esta estrategia autoritaria del fujimorismo? En los próximos artículos examinaré los límites y capacidades de los principales actores de la cancha política para enfrentar al fujimorismo.