Después de más de una década de constante reducción, la pobreza en la Región puede volver a aumentar debido al fin del super ciclo de precios altos de los recursos naturales originado –en gran medida– por el crecimiento económico chino. Eso es lo que prevén los organismos multilaterales (Banco Mundial, BID, CEPAL) y numerosos analistas. En el caso peruano, el crecimiento económico ya venía de bajada desde el 2014, lo que se ha agravado con El Niño costero.Si bien los pronósticos difieren –algunos hablan incluso de crecimiento cero– habrá una incidencia importante, tanto en el empleo como en la pobreza. Actualmente, la tasa de crecimiento del empleo formal es menor que la de la población en edad de trabajar (2.5%), lo que alienta la informalidad (y la pobreza).No solo eso. La reducción de la pobreza no ha tenido bases sólidas. Muchos de los que ahora no son pobres podrían volver a serlo, dicen los organismos internacionales. Para el BID, en un estudio con cifras de 2013, la población peruana pobre llega al 33% (repetimos, cifras del 2013) y sus ingresos no superan los 400 soles mensuales.Encima de ellos está la población que no es pobre, pero que es considerada vulnerable. Son el 40.5% del total, o sea unos 12 millones de personas. ¿Por qué es vulnerable? Porque gana entre 400 y 1000 soles mensuales. Y cualquier traspié lo puede llevar a ser pobre otra vez.Por encima de los vulnerables está la llamada clase media (con ingresos entre 1,000 y 5,000 soles mensuales), la que en el Perú solo es el 25% de la población, a diferencia de Argentina y Chile donde ésta es 52 y 47% respectivamente. Se supone que esta clase media difícilmente puede retroceder y caer en la pobreza.Todas estas cifras las traemos a colación por la importancia que tienen en la actualidad. Hay diferentes metodologías para catalogar a los “vulnerables” y la “clase media”, agregando a la del BID aquella que utilizan el PNUD, la CEPAL y diferentes economistas. Por ejemplo, la CEPAL considera como “vulnerables” a aquellos que tienen ingresos inferiores a 1.8 veces el ingreso de la línea de pobreza. Dicho de otra manera, si la línea de pobreza fuera de 1,000 soles mensuales, todos los que ganan hasta S/ 1,800 por mes son “vulnerables” y pueden recaer en la pobreza.Lo importante es que, si bien las metodologías pueden ser distintas, la tendencia es siempre la misma: existe, no como un fantasma, sino como una realidad que los pobres actuales sigan siendo pobres (lo que en la jerga económica se llama la transmisión intergeneracional –de padres a hijos– de la pobreza y, también que los “vulnerables” vuelvan a la situación de pobreza.El problema es que esta situación se va a agravar con El Niño costero, como dijimos al inicio. El BCR, en su Reporte de Inflación de marzo, tiene importantes estadísticas sobre su impacto en infraestructura (carreteras, puentes), stock de capital perdido, sectores económicos (agricultura, comercio, pesca). De especial importancia son las cifras de viviendas colapsadas y afectadas (12,589 y 131,983), centros de salud colapsados y afectados (8 y 60) y centros educativos colapsados y afectados (30 y 1,093).Si esto es así, a la discusión sobre la reactivación económica, se suma ahora el necesario gasto para la reconstrucción. Si bien en la actualidad existen ahorros fiscales generados durante la época de las vacas gordas de altos precios de las materias primas, el MEF se ha resistido al uso del Fondo de Estabilización Fiscal. Mala política que, sin embargo, parecen haber re-evaluado según declaraciones recientes.Pero estos ahorros fiscales no van a durar para siempre. Y el problema de fondo es que debe aumentar la recaudación tributaria, que ha venido bajando y está actualmente llegando al 13% del PBI, de las más bajas en la Región. El gobierno dijo que la recaudación aumentaría con la formalización, pero estamos lejos de ello porque su estrategia estaba, y está, equivocada. No se trata de bajar “costos” para que los informales dejen de serlo, sino de puestos de trabajo productivos, en la industria.El aumento en la recaudación es tanto más importante porque se va a necesitar (ahora más que antes) elevar la inversión en infraestructura, colegios y centros de salud. Más aún si los vulnerables vuelven a ser pobres, lo que quiere decir que no van a poder pagar salud y educación privada (quienes podían). Es aquí donde se pone a la orden del día una reforma tributaria integral que tenga como eje combatir la evasión y elusión tributaria, el aumento de los impuestos directos y la eliminación de algunas exoneraciones tributarias. Los planteamientos de PPK ya fracasaron.Lo que nos lleva al tipo de crecimiento que necesitamos. Para la derecha económica, basta que la cifra sea de 4, 5 o 6%. Si eso se alcanza solo exportando minerales, no importa, pues “es lo que mandan las leyes del libre mercado”. Y el resultado no es otro que el reseñado aquí: alivios de la pobreza temporales, así como persistencia de la informalidad, que la marea baja nos muestra con todas sus debilidades. Hay que reemplazarla por una política que enfatice la diversificación productiva para que haya empleos formales que no solo eliminen la pobreza, sino también a los vulnerables.