Situación y perspectiva de la impopularidad de Castañeda.,La aprobación a Luis Castañeda ya venía en caída, pero el último mes implicó un desplome sorprendente para un alcalde que tenía un teflón para que no se le pegarán los problemas.Las encuestas no expresan, necesariamente, la calidad de una gestión pero, cuando son estrepitosas, conllevan el mensaje de que a la mayoría ya no le gusta lo que está ocurriendo.Que es lo que está ocurriendo con Luis Castañeda, cuyo rechazo creció en abril, según Datum, hasta 70% mientras su aprobación cayó, frente a marzo, de 43% a 28%.La explicación es sencilla por evidente: la sensación de la ciudadanía de que el desempeño del alcalde Castañeda durante la crisis por los huaicos y desbordes fue deplorable, no solo por su ausencia sino por sus explicaciones penosas ante los problemas, destacando su defensa de que el puente de la Solidaridad no se cayó sino que se desplomó.Con la ironía que lo caracteriza, Daniel Urresti resumió bien lo que ocurrió: “La caída del puente Talavera dejó como saldo un desaparecido: Castañeda. Siento tener que escribir esto pero la angustia me sobrepasa. Si Castañeda ha fallecido, díganlo ahora. ¡Necesitamos un alcalde!”¬.Pero la caída y desplome del puente ocurrió cuando Castañeda ya estaba en trayectoria descendente. Siempre según Datum, su aprobación casi no ha dejado de caer desde que llegó a 78% en febrero 2016.Unos meses después, en noviembre 2016, estaba en 68% y, desde entonces, la caída se ha acelerado hasta el 28% en que está ahora. Asimismo, su desaprobación de 21% en febrero 2016 ha crecido hasta el 70% actual.La pregunta relevante es por qué esto no había pasado antes con un alcalde gris, de comportamiento oscuro, escasa transparencia, y sin más ambición que el cemento como norte. Quizá todo se deba a que, cuando se le cayó la obra del puente, se desplomó su popularidad.¿Podrá recuperarse? Los expertos creen que no. Urpi Torrado de Datum cree que “será bien complicado”, mientras Fernando Tuesta opina que “ya no estamos delante de un alcalde bien visto sino mal visto, con un futuro poco promisorio”.Esta modesta columna cree, no obstante, que en este extraño país de gentes desconcertadas, Castañeda aún puede repuntar, pero antes deberá dar la cara por el truculento caso Río Verde, en el que la Fiscalía le ha levantado el secreto de sus comunicaciones en el contexto en el que la procuraduría lo ha denunciado por varios delitos para, supuestamente, favorecer indebidamente a OAS.