Como los cuadros del Partido Nacionalista observan desde el balcón, algunos independientes que ocuparon ministerios en el pasado gobierno han tenido que salir a defender sus gestiones. Contra lo que hubiera podido pensarse, hoy la defensa no es frente a Fuerza Popular, sino frente al gabinete Zavala. José Gallardo (ex Transportes) y Manuel Pulgar Vidal (ex Ambiente) han respondido críticas a sus gestiones señalando errores en el manejo del actual Ejecutivo. No son los únicos ex ministros molestos. Varios otros solo están esperando la oportunidad idónea para salir a defender sus gestiones, y criticar las actuales. Con lo cual a este gobierno se le abre un nuevo frente que quizás no figuraba en sus cálculos. Se esperaba algo del natural reproche a un gobierno anterior, pero los ministros del gabinete Cateriano sienten que los recién llegados se han excedido. Por lo pronto Alonso Segura (ex MEF) ya ha empezado a responderle a Alfredo Thorne. Probablemente no todas las protestas de ex ministros van a tener la razón. Pero el impulso que vemos va a obligar a los ministros actuales a pensar sus críticas dos veces. Algo que en cierto modo pone al Ejecutivo entre la espada y la pared. Sobre todo con tantos cuadros nombrados que vienen del anterior gobierno. Criticar al pasado gobierno fue una manera que encontró el actual para contrapesar esos nombramientos retro, producidos por la escasez de cuadros propios. Pero también le ha servido para congraciarse con la mayoría fujimorista del Congreso. Asimismo ha expresado un disgusto por haber encontrado una caja fiscal pobre y un déficit alto. Los ministros que están actuando necesitan presentar iniciativas novedosas, o al menos nuevas, y a la vez mostrar avances y logros. Algunos ya están en eso, otros esperan su momento. Pero las pullas contra la pasada gestión en su sector no parecen buena medicina para los males de esta hora. Calma un poco a los fujimoristas, pero no tanto al público. Ciertamente las pasadas gestiones no son intocables, pero conviene andar con cuidado. Por obvias razones, los ex ministros, y ex funcionarios en general, son polemistas especialmente bien informados sobre su sector. Siempre convendrá tener su colaboración, o por lo menos su neutralidad.