@lauermirko Gobierno y oposición fujimorista siguen cayendo juntos en las encuestas, lo cual sugiere un destino político parecido en el mediano plazo. Tanto si sus diferencias se llegan a convertir en conflicto como si se dan la mano, por encima o por debajo de la mesa, de seguir cayendo estos actores van a dejar abundante espacio libre en la política. PUEDES VER: Encuestas reflejan que para la gente el sistema político sigue fallando. Las caídas nacen de una decepción que todavía no está del todo clara. Lo más probable es que la ciudadanía esperara un gobierno con grandes anuncios positivos, cero errores, y capaz de tomar un rumbo seguro apenas tocara suelo. Es decir, expectativas poco realistas, condenadas a un temprano desencanto. En medio de esto la caída del gobierno se explica más que la de la oposición fujimorista. Las esperanzas suelen estar más puestas en Palacio, el Presidente de la República también encarna las fantasías de la nación, las miradas se dirigen hacia quienes controlan la caja. Tarde o temprano, más o menos, todo Ejecutivo se desgracia en las encuestas. ¿Pero por qué cae Fuerza Popular? Un motivo es el arrastre de quienes sienten que en las alturas todos son gobierno por igual. Luego también aquí hay expectativas defraudadas: unos esperaban más colaboración, y otros esperaban más demolición, ambas cosas en dosis dramáticas capaces de modificar la topografía política. En cambio la táctica de avance asolapado pero eficaz de FP sobre el aparato del Estado que estamos viendo está siendo contraproducente en las encuestas. Para los anti-PPK la lentitud de este proceso lo hace parecer una forma de colaboración. Mientras que los antifujimoristas lo ven como el trabajo de una boa constrictora. Las encuestas suelen introducir en su cuestionario un sesgo eficientista de tipo sí cumple/no cumple con la tarea de gobernar. Pero quizás el encuestado está opinando más que nada acerca de sus propias expectativas, las de ayer y las de hoy. Aquí se esperaba un ganador, y a cada vez más gente le da la impresión de que en el fondo se ha elegido dos perdedores. No hay a la vista un tercer tipo de liderazgo capaz de relanzar expectativas ciudadanas. Pero en cierto modo ya está en las cifras. Su problema es encontrar un modo de expresión. Quizás una elección regional-municipal plebiscitaria sería la próxima oportunidad.