La posibilidad de un consenso positivo de largo plazo para Petroperú ha sonado las alarmas en las filas privatizadoras. En efecto, las cinco fuerzas políticas presentes en el Congreso han manifestado su voluntad de fortalecerla –y no privatizarla–. Por eso la campaña de desprestigio arrecia. Comencemos con la Refinería de Talara. Se dice que fue asignada a dedo a un solo postor. Falso. Hubo cuatro postores para la refinería y al final quedaron dos, saliendo ganador Técnicas Reunidas, de España. El contrato se firmó en mayo del 2010, con presencia de Alan García incluida (1). También se dice que la refinería está sobrevalorada, dando a entender que hay un negociado detrás. Pero no dicen que Arthur D. Little, en el 2012, validó la ingeniería y, también, el monto de inversión. Lo mismo hizo en el 2013 la francesa Technip. ¿De dónde sale la sobrevaloración? De un artículo escrito por Ricardo Lago donde hace comparaciones de reglas de 3 con costos de otras refinerías sin ningún criterio técnico, lo que es repetido por otros columnistas para convertirlo en leyenda urbana: “como muchos lo dicen, entonces será verdad, pues”. Con este argumento, Castilla y Segura también serían parte de la “trafa”, pues impulsaron la Ley 30130 en el 2013 que proporciona un aval para la refinería. ¿O también los engañaron a ellos? Recordemos que Castilla dijo que era un proyecto de clase mundial (2). También se dice que el Estado podría destinar ese dinero para otros fines. Falso. Los préstamos van a la empresa y se pagan con sus ingresos. ¿Entonces? El otro eje de la campaña es la ineficiencia de Petroperú para manejar el Oleoducto Norperuano (ONP), que ha tenido varios derrames en los últimos meses. Digamos, de inicio, que condenamos estos derrames, que contaminan el medio ambiente, los ríos, la flora y la fauna de la amazonía, así como las fuentes de alimentación de las comunidades nativas. La principal acusación es que se deben a la falta de mantenimiento de un oleoducto que ya tiene 40 años. Por ello, Petroperú debe ceder el ONP a privados. Eso acaba de proponer el congresista Meléndez, de PPK, con el PL 176-2013: una alianza estratégica con empresas privadas. Por aquí viene la cosa. Es evidente que Petroperú debe mejorar el mantenimiento, lo que cuesta US$ 200 millones (en varios años). Siendo esa la prioridad, la campaña negativa impide un análisis objetivo. Veamos. Los derrames producidos entre 1977 y 2016 se debieron en un 50% a fenómenos naturales, un 23% a actos de vandalismo, un 22% a hechos de terceros, un 5% a la corrosión de los tubos (y un 1% está en evaluación). De aquí salen varias cosas: uno, que el 50% de fenómenos naturales es justamente aquello en que hay que mejorar con mantenimiento y el afianzamiento; dos, que la corrosión solo asciende al 5%, o sea que el estado de los tubos no está para “botarlos y reemplazarlos todos”, como dicen algunos. Tres, que el vandalismo y los hechos de terceros son el 45% de los derrames. Dice Petroperú que de los 8 derrames de los últimos años, cinco (5) son por acción de terceros, uno por abrasión (corrosión), uno (1) por fenómenos naturales y el último está en fase de análisis de falla. Este reciente informe de Petroperú –al cual hemos tenido acceso– debe ser publicado para que sea ampliamente discutido. Algunos dicen que las comunidades nativas provocan los derrames para luego cobrar un jornal de 150 soles diarios para la limpieza. Cierto lo de los 150 soles, pero no creemos que contaminen sus propias tierras. Afirman quienes conocen la zona que sí puede tratarse de algunos nativos “acriollados”, que estarían siendo pagados por terceros. Y que ya están identificados. Es vital una política social de la empresa para terminar con el vandalismo. Para concluir, el gobierno debe explicitar que las facultades legislativas para Petroperú no tienen el objetivo de tercerizar el ONP (proyecto Meléndez), sino fortalecerla con una inyección de capital para su mejora y mantenimiento, lo que debe ser certificado por una auditoría técnica independiente. La suspensión del serivicio del ONP –que es el eje de todo un desarrollo petrolero de carácter estratégico– afecta profundamente a todo Loreto, que ya casi no tiene canon, lo que va a activar protestas sociales. También que se activará el financiamiento de Talara y su acceso a los lotes petroleros (Lote 64 y Lote 192), tema que no hemos tratado aquí. En esa línea, y con una reingeniería de Petroperú, se podrá plasmar el consenso positivo de largo plazo para Petroperú, como en Colombia y Chile. Y la campaña de desprestigio, que oscila entre la ignorancia y el complot, podrá ser superada. (1) Ver https://limanorte.wordpress.com/2010/03/17/firman-convenio-para-modernizacion-de-la-refineria-de-talara/ (2) Ver http://larepublica.pe/16-08-2013/se-modernizara-la-refineria-con-dinero-de-petroperu