Los fujimoristas jamás aprenderán a ganar limpiamente. Jamás jugarán limpiamente. No pueden. Porque son corruptos hasta la médula. Y los que no lo son, los apañan. ¿Es justo que un país que fue podrido por la corrupción que gerenció Fujimori y sus esbirros tenga que seguir manteniéndolos? ¿Es justo que el fujimorismo siga usando las reglas de juego de la democracia para continuar violentando instituciones y valores democráticos? ¿Por qué tenemos que aceptar que con las herramientas legales se perpetre una tremenda ilegalidad desde la instancia de poder que debería velar por la justicia? ¿Por qué tenemos que aceptar que un juez use el poder que los peruanos le cedemos para el resguardo –con honor y rectitud– de la confianza en las leyes que rigen nuestra convivencia social, destruya esa confianza e instrumentalice el poder de la justicia para injusticia que traiciona el espíritu de la ley? Como señala Álvarez Rodrich, “Villa Stein pretende que todo el país le crea que Alberto Fujimori era, como Presidente, el mayor tetudo de la nación, pues siendo un conviviente de Montesinos en el local del SIN, no sabía nada de lo que pasaba...”(http:// goo.gl/jdS2Kz). No solo Fujimori nunca fue un tetudo y estaba bajo total control y conocimiento de cada sol que se movía durante su dictadura, sino que en el caso específico de los aberrantes diarios chicha, existen evidencias irrefutables, como la propia firma de las resoluciones que permitían el desvío tramposo de fondos de los ministerios al oscuro SIN donde su Montesinos centralizaba todas las operaciones comerciales de la corrupción para su gobierno, con la anuencia, promoción, financiamiento y supervisión del gran jefe y dictador Alberto Fujimori. Fujimori firmó las resoluciones supremas de desvío de fondos (https://goo.gl/LG1blw). Fujimori tenía montado un sistema mafioso y paralelo a la contabilidad oficial que le permitía robarse la plata del Estado y usarla para el perverso asistencialismo en las zonas más necesitadas, así como para sobornos y toda clase de negocios sucios como el de pagar 2 mil a 3 mil dólares por titulares y noticias inmundas y difamatorias contra sus opositores. ¿Cómo funcionaba este sistema de saqueo de fondos de Fujimori que le robó el futuro a tantos peruanos? El acucioso y siempre riguroso periodista Daniel Yovera ha puesto a disposición pública un conjunto de documentos reservados (https://goo.gl/t8F1Cc) que muestran cómo Fujimori y Montesinos camuflaban el desvío de fondos de los ministerios como “acciones sociales” o de “inteligencia”. A través de “Notas informativas” llegaban los pedidos que Fujimori aprobaba con un “ok” escrito con su puño y letra. Luego su edecán canjeaba el documento por dinero en efectivo en el SIN firmando un recibo simple para la contabilidad interna. Así lo han confirmado en testimonios independientes el exjefe del SIN, Julio Salazar Monroe; el subjefe de la Casa Militar, Alan Federico Wong Yrarte; el ex subjefe de la Casa Militar, César Eloy Boullosa Ramírez; y el exjefe de la Casa Militar, Grl. Nazario Mercado Zedano. También los ex ministros José Villanueva Ruesta y César Saucedo testimoniaron que Fujimori dio la orden para desviar los dineros de sus ministerios. Y como recuerda José Alejandro Godoy (http:// goo.gl/kGclgR) el asistente de Montesinos y capitán del ejército, Mario Ruiz Agüero, testificó que el propio Fujimori dictaba los titulares de los diarios para atacar a sus detractores (http://goo.gl/hvA2Hm). Por eso, que la sala Villa Stein falle argumentando que Fujimori no sabía nada es de una flagrancia escandalosa. Para nadie es secreto que Villa Stein es pro fujimorista, que ataca por redes a veces de manera destemplada y sorprendente tratándose de un juez– a quienes criticamos al fujimorismo. Y está bien que sea lo que quiera. Pero lo que no está bien, y tenemos que ver cómo corregir, es que use las instancias de poder para impartir injusticia, degradar la institución judicial y promover que otros corruptos funcionarios tomen como antecedente este aberrante fallo para eludir responsabilidad cuando su firma los comprometa en claros actos corruptos. Este fallo judicial conspira contra la lucha anticorrupción, promueve la impunidad y traiciona a la justicia y al Perú. (Escrito desde la heroica y combativa Tacna en su 87 aniversario y por invitación de la recuperada Universidad Nacional Jorge Basadre en su 45 aniversario).