Se conmemora vida y obra del historiador y ensayista de las economías populares.,De conocimiento profundo sobre el pasado y el presente, Javier Tantaleán Arbulú fue un apasionado del Perú del largo tiempo, en un mundo de caos y vorágines. Historiador de todos los PIRVs (el colapso civilizatorio andino, la gobernabilidad autoritaria del virrey Toledo, la frustrante era del Estado Guanero y más) y ensayista de las economías populares emergentes. Ingeniero civil y economista heterodoxo; investigador de la gobernabilidad y político de concertaciones (asiduo del Comité por la Democracia que lideró Gustavo Mohme); militante sincero, hombre de Estado y ejecutor de proyectos; profesor universitario y un amigo de inagotables tertulias y bromas. Un 12 de agosto, hace cinco años, nos dejó absurdamente en Sepahua (Ucayali). Dictaba un curso sobre liderazgo para el instituto de gobierno de una reconocida universidad que él con tanto espíritu concertador organizó. Hace dos años convocamos a una reflexión sobre su acción política y pensamiento, libros, ensayos y sus aportes inagotables, tan diversos como singulares sobre el Perú total. Carlos Contreras, Martín Monsalve, Hugo Neira, Max Hernández, Antonio Zapata, Germán Peralta, Santiago Pedraglio, Cristóbal Aljovín, Juan de la Puente, Víctor Andrés Ponce, Susana Pinilla, Hugo Otero y Alan García trazaron líneas sobre lo que fue este peruano tan singular, que unía su activismo por la democracia, el buen gobierno y entender los largos periodos de nuestra historia. Pablo Macera se sumaría al homenaje escribiendo: “Había en Javier Tantaleán algo más que un intelectual comprometido y de talento excepcional. Era sobre todo un hombre derecho, recto, con vocación de amistad. Así recordamos al intelectual, al amigo excepcional que siempre fue”. Su última obra en vida fue El virrey Francisco Toledo y su tiempo (AECID –Fondo Editorial USMP, 2011) y póstumamente se publicó La gobernabilidad y el leviatán guanero (BCR- IEP, 2011). En el prólogo a la primera obra de dos tomos pulcros, gráficos y agudos, el historiador Carlos Contreras concluye: “Larga vida y ancho debate para esta nueva obra de Javier”. Ese ancho debate está pendiente; su vida se cortó; pero su legado será –algún día– más extenso que ahora. Todo a su tiempo.