Es evidente que el caso Ramírez está teniendo, y va a seguir teniendo, fuertes efectos electorales, definiendo un antes y un después. Tal vez el efecto más difundido sea volver a reunir en una sola las imágenes del fujimorismo del pasado y la de estos tiempos. En cierto modo se ha impuesto el argumento de los albertistas: dejar atrás los años 90 era impracticable e inconveniente. Un efecto concreto del escándalo será terminar de decidir el paso de Verónika Mendoza al apoyo abierto a Pedro Pablo Kuczynski. La decisión ya estaba prácticamente tomada, y el caso Ramírez es la coyuntura ideal para dar el paso. Muchos votos de izquierda ya han migrado, pero hay otros tantos que son decisivos y están esperando una señal. Otro efecto será sobre los sectores A&B que estaban indecisos entre dos opciones de derecha, y a quienes lo sucedido puede llevar a preferir la alternativa más libre de los efectos de la corrupción como inestabilidad en el poder. Este es el sector social donde los medios establecidos quizás más influyen, y donde PPK ya es popular. Luego está el importante efecto que el caso va a tener en los debates electorales concertados en Piura y Lima, y desde ahora el público está esperando los cambios de palabras sobre el tema. Las investigaciones de la DEA y la fiscalía peruana, sumadas a la separación de Ramírez, serán una ventaja competitiva muy fuerte para PPK. A estos tres impactos en lo electoral tiene que sumarse el efecto residual del caso, que estará dando vueltas en el debate electoral en todo lo que falta para la votación. Lo cual a su vez potenciará a varios de los casos menores que han aparecido a lo largo de la campaña de Keiko Fujimori. Un efecto residual que puede configurar una pequeña avalancha. Falta saber ahora si el fujimorismo tendrá los recursos tácticos y el tiempo político necesarios para controlar el daño sufrido. Nada sugiere que lo sucedido simplemente vaya a desaparecer de escena. Más bien podemos esperar una secuela de nuevos datos y nuevas consecuencias, complicados en una situación de empate.