No hay cómo subestimar el impacto que tendrá la acusación de Jesús Vásquez. En ella Keiko Fujimori entrega dinero clandestino al Nº2 de su partido para que este lo lave y luego utilice para financiar la campaña del 2011. Si la grabación es genuina, algo muy probable, con su infidencia Joaquín Ramírez ha expuesto a Fujimori a cosas quizás peores que perder una elección. El destape de Hildebrandt en sus trece hace dos semanas sobre casi US$3 millones en propiedades de Miami no declaradas por el enriquecido Ramírez debió ser entendido como un aviso. Pero Keiko Fujimori se apresuró a decir que las cuentas de su vocero estaban claras. Ahora las cosas han pasado a mayores, y van a tener un costo. Si la investigación sobre US$15 millones lavados está en manos de la Drug Enforcement Authority, DEA, es porque la organización está oliendo narcotráfico, y en consecuencia también crimen organizado, por algún lado. Lo que probablemente hizo interesante el tema para un investigador de la talla del colombiano Gerardo Reyes, de Univisión, fue la prominencia alcanzada por Ramírez en los círculos del poder peruano. En la medida que el tema alcanza de lleno a la candidata Fujimori, puede resultar decisivo para la campaña. Es bastante claro que ella va a tener que retirar a su vocero del elenco cuanto antes, pero la argumentación para esto no va a ser fácil, y su poder curativo muy relativo. Pero le es indispensable, pues el daño todavía puede ahondarse. Al incluir una tirada de teléfono a Cuarto poder, el programa que dio la noticia, la reacción instantánea de Fujimori ha dado la impresión de ser una pérdida de papeles. No era para menos, pues en ese momento estaba perdiendo a una de las figuras más importantes de su equipo: financista, secretario general y vocero. La otra reacción del fujimorismo, en el sentido de que investigado no equivale a sentenciado, es candorosa. Pues la sola revelación de que la DEA investiga enciende reflectores de renovada potencia sobre los negocios de Ramírez. Por lo pronto la oferta de la grabación misma viene dando vueltas por diversos medios, esperando sonar ante el público.