Para el escritor Jeremías Gamboa, Mario Vargas Llosa tiene dos improntas potentes.“El primero es el Mario Vargas Llosa de la novela, no voy a llamar social, pero sí con preocupaciones sociales, que intenta entender la sociedad peruana, la primera etapa comprometida de Mario, con una agencia política muy grande que ha influido en una cantidad enorme de su generación y posteriores, hasta algunos de mi generación, piensa en Diego Trelles, Martín Roldán”, anota Gamboa.La otra impronta, según el autor de Contarlo todo, es la que se inaugura con La tía Julia y el escribidor y prosigue con El pez en el agua y que abren más bien un campo de experimentación que ha dado lugar a autores, incluso actuales, a trabajar los registros de la novela autobiográfica, de autoficción, incluso la novela de no ficción. “Me parece que esos dos grandes espectros de la novela realista peruana están prefigurados por Vargas Llosa. Me parece que lo que engloba es un método de trabajo de escritor. Creo que el gran mérito de Vargas Llosa es haber demostrado que esa genialidad no esta realmente asociada al talento o al genio, sino que es una cosa que se puede construir. La cantidad de vocaciones que se han despertado después de él se debe a la manera de cómo él entiende el oficio de la escritura, un oficio que no es resultado de una inmanencia sino de un trabajo. Ese modelo ha motivado a una gran cantidad de escritores”, concluye Jeremías Gamboa.❧