EFE. Roma. Personalidades de la política, la cultura, la literatura y lectores anónimos despidieron ayer al escritor, filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco con un funeral laico que se celebró en el castillo Sforzesco de Milán (norte). PUEDE LEER. "La novela, incluso la juvenil, es, básicamente, personajes" Cientos de personas acudieron a este castillo para participar en una ceremonia que fue breve, a petición de la familia. No duró más de una hora y media, tiempo durante el que no cesaron de escucharse frases de elogio a uno de los escritores más reconocidos internacionalmente y recordado sobre todo por su novela El nombre de la rosa. El ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, afirmó que Eco contaba con “una biblioteca dentro de sí mismo” y agradeció al autor de El péndulo de Foucault, al que llamó “maestro” por “haber mirado durante toda su vida fuera de su ventana”. Al funeral también acudieron el actor Roberto Benigni, el periodista Furio Colombo, la escritora Elisabetta Sgarbi, entre otros. Eco falleció el pasado viernes a los 84 años. Su último libro publicado fue Número Cero, próximamente saldrá a la venta su obra póstuma, Pape Satàn Aleppe.