Conflicto. Sindicatos rechazan reforma laboral, cambios en jubilaciones y pensiones por parte del gobierno de Michel Temer. ,La huelga general en Brasil, la primera en 21 años, tuvo un éxito que el gobierno de Michel Temer no aguardaba. Convocada para manifestarse contra las reformas de las leyes laborales y previsional, se convirtió en los hechos en una protesta contra el propio presidente brasileño. En todas las capitales del país, entre ellas San Pablo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Curitiba, Salvador y Porto Alegre, el transporte doméstico dejó de funcionar a la medianoche del jueves para retomar la actividad recién en la madrugada del sábado.Hubo manifestaciones en las principales ciudades y en algunos lugares como Brasilia, el distrito federal, se plegaron los sindicatos policiales, que se plantaron frente al Congreso.Al atardecer hubo serios incidentes en Río de Janeiro, protagonizados por los grupos de “black blocs” que habían anunciado su reaparición, después del protagonismo que tuvieron en las grandes marchas de 2013. Jóvenes encapuchados empezaron con los disturbios alrededor de las 5 de la tarde en Cinelandia, en pleno centro carioca.Incendios de autobusesLas manifestaciones convocadas por las centrales sindicales en Río de Janeiro en apoyo a la huelga general en todo Brasil fueron interrumpidas por incendios de autobuses y violentos enfrentamientos entre grupos de encapuchados y la Policía en el centro de la ciudad.Pese a que la mayoría de los manifestantes protestó pacíficamente en Cinelandia, grupos pequeños de encapuchados le prendieron fuego a barricadas y al menos nueve autobuses en las calles del centro de Río de Janeiro.La Policía Militarizada utilizó gases lacrimógenos y gas pimienta para dispersar a los grupos más violentos, algunos de los cuales depredaron mobiliario público, ventanales de agencias bancarias y kioscos comerciales.Las centrales cifraron la adhesión a la huelga en cerca de 40 millones de trabajadores, alrededor de 45 % de la fuerza laboral, mientras que, para el Gobierno, la convocatoria fue un "fracaso" con una adhesión "insignificante".❧No a reformas La huelga fue la respuesta de los sindicatos a las reformas del Gobierno, que ha aplicado un severo ajuste fiscal y tramita cambios sustantivos en la legislación laboral y el sistema de pensiones, en medio de la recesión y aumento del desempleo, que batió récord y alcanza a más de 14 millones de personas. EFE