Esta semana se estrenó Los Perros, la primera adaptación al teatro nacional de la película Reservoir Dogs de Quentin Tarantino. Pietro Sibille, Manuel Gold y otros actores interpretan a una banda de criminales que, luego de un asalto frustrado, sospechan que uno los ha traicionado. Advierten que no será una copia del filme.,El reto de Los Perros,El reto de Los Perros,El reto de Los Perros,—Los actores que trabajan acá son fanáticos de Tarantino. La directora también. A tres horas del preestreno de Los Perros, la primera adaptación al teatro nacional de una película de Quentin Tarantino, su directora Rocío Tovar asegura que ningún fanático de Reservoir Dogs (Los Perros del Depósito) o de la popular Pulp Fiction (Tiempos violentos) saldrá defraudado de la sala. —Los actores se han comprado el rollo —dice—. Todos entramos acá porque nos gusta este proyecto, esta historia. Y esta historia, Reservoir Dogs (1992), es una de las mejores de Tarantino: una banda organizada debe atacar una empresa y llevarse sus diamantes. Sin embargo, antes del asalto, la Policía desata una emboscada que deja varios muertos. Uno de los criminales resulta gravemente herido. Los delincuentes, entonces, se reúnen en un depósito, donde analizan qué salió mal y alimentan la sospecha de que uno de ellos los ha traicionado. Quieren descubrir cuál de ellos le dio aviso a la Policía. Pablo Saldarriaga ha visto la película quince veces. El actor que interpreta al señor Naranja, el criminal herido durante los enfrentamientos, recuerda que la vio por primera vez en la televisión por cable. Grabó un VHS y archivó el material. En la obra teatral, Saldarriaga también tiene a su cargo la musicalización. "Pero con Tarantino no es muy complicado porque tiene soundtracks muy potentes". Esta adaptación libre de Reservoir Dogs, que se presenta en el Centro Cultural de la Universidad de Lima, respeta la música de la versión original, añadiendo un par de temas de otros filmes de Quentin Tarantino, y un par elegido por el equipo a cargo. Pietro Sibille, por su parte, ha visto el filme doce veces. "Pero desque que comenzó el proyecto no quise verlo". El actor de 40 años interpreta al señor Blanco, un experimentado ladrón que no mata sin motivo. En el filme, este papel está a cargo de Harvey Keitel. Riesgoso, delicado, difícil. Sibille intenta describir lo que representa hacer una obra de teatro basada en una película. "Pero lo asumimos porque somos amantes de Tarantino y porque Rocío (Tovar) impulsó el proyecto. Yo no le corro". De hecho, él es el único actor del elenco propuesto hace muchos años por Rocío Tovar que se mantiene en el proyecto. Hace menos de siete años, la directora pensaba que los "perros" podían ser interpretados por Sergio Galliani, Paul Vega y Miguel Iza. Luego conoció a Manuel Gold, le dejó el guion transcrito de la película, y le propuso que se convirtiera en el Señor Rosa, el ladrón más egoísta y razonable de la historia. Todo un profesional. Gold aceptó el papel. "Pero es teatro, y no cine —aclara—. Nosotros no estamos imitando la película". "Tampoco tenemos por qué imitar a los personajes", dice el actor Víctor Prada, de 66 años. Él solo ha visto la película dos veces. Y cuatro horas antes del preestreno de la obra, recuerda lo primero que dijo cuando la vio por última vez: "¿Por qué Rocío pensó en mí para ser el jefe de la banda?". Víctor es el líder de los malos. Su personaje, Joe Cabot, es un hombre frío que tiene a su cargo la organización del robo, la creación de la banda y la denominación de cada uno de los perros. Los llama por colores. "Pero en la obra daremos un plus —advierte—. El espectador que es fiel a Tarantino va a ver la película en su cabeza. Posiblemente vea diferentes cosas en el teatro. Ese juego va a ser bonito". Los inicios Hace más de veinte años, en Brasil, Rocío Tovar vio por primera vez Reservoir Dogs. "Y pensé que podía ser una obra de teatro". Era una propuesta rica en personajes, con juegos de idas y venidas, y una potente estructura narrativa. Unos años después, llevó la adaptación a teatros y centros culturales peruanos. Y el único local que la aceptó se retractó a los días: le parecía agresiva. Los Perros es uno de los proyectos más esperados en la carrera de Tovar, quien ha tenido a su cargo obras como El Perú Ja Ja, Muérete Cúpido, o Puro Cuento. "Aunque uno le dé mucho cariño a una obra hecha por encargo, no logra tener el mismo enganche que el de un proyecto esperado". El martes 23 se realizó el preestreno de la obra en el Centro Cultural de la Universidad de Lima. La puesta teatral tuvo un desarrollo cronológico similar al de la película. Hubo cambios de tiempo, música de los filmes de Tarantino, sangre, armas, la maletera de un auto, un policía torturado (interpretado por el actor Alaín Salinas), y las historias de los seis 'perros'. La adaptación ha respetado el guión, pero considera algunas modificaciones como el cambio de los referentes norteamericanos de los 90' por otros más actuales. También omite a uno de los personaje de la película: el señor Azul. Pero sí hay un Señor Rubio, y en la obra lo interpreta Aldo Miyashiro. En noviembre pasado, Rocío le ofreció este papel, uno de los más complejos y psicopáticos de la historia. "Si me hubiera dado a escoger, también escogía a este", dice el también fanático de Tarantino, que ha visto más de 14 veces Reservoir Dogs. Rocío lo eligió porque le pareció una opción interesante. "Y me provocaba —dice—. Él también quiso volver a las tablas con esto". Lo mismo ocurrió con Nicolás Galindo, quien interpreta a Eddie Cabot, hijo de Joe Cabot, un muchacho poco listo encargado de la organización del robo. "Me gusta mucho el trabajo de Nicolás. Hace tiempo queríamos hacer algún proyecto juntos". A los dos actores se suma Ernesto Rubio, que en la obra teatral representa al señor Marrón. Las condiciones A Tarantino no le gusta que su película, o alguna adaptación, sea interpretada por mujeres. Rocío se enteró de eso en plena investigación sobre las versiones de Los Perros enel mundo. El equipo de la directora peruana intercambió mensajes con otros realizadores y recibió una carta escrita por Quentin Tarantino —dirigida al público en general—, en la que el cineasta pedía no romper las bases, ni la línea de su historia. Para que Los Perros esté en un teatro peruano se ha solicitado la autorización de la agencia William Morris, encargada de los derecho de autor del realizador estadounidense. "Si fuera Broadway, por ejemplo, me hubieran dicho que no", dice Tovar. Para obtener los permisos se requiere ser una iniciativa de bajo presupuesto. Y esta lo es. La directora reconoce que hacer una obra de este tipo, en una sala con menos de 200 butacas, no es un negocio rentable. Lo ganado se va en el pago a los trabajadores, los derechos, las balas, y hasta las clases de tiro que recibieron los actores. Antes de que la obra Los Perros llegue al teatro, algunos fanáticos de Quentin Tarantino se apostaron en la redes calificándola de "sacrilegio". Los actores dicen que no les importa, que no vayan a ver la obra. Tovar dice que no los defraudarán. Es un riesgo que han elegido tomar. (M.B.)