Los hermanos peruanos Zelada Mathews realizan una película de animación con el apoyo de la productora hollywoodense CMG. La historia de una niña de una tribu amazónica que lucha contra la minería ilegal será contada en inglés y llegará a países como China y Portugal. Participarán reconocidos artistas.,Ainbo: De la selva para el mundo,Ainbo: De la selva para el mundo,Ainbo: De la selva para el mundo,Ainbo: De la selva para el mundo,Ainbo: De la selva para el mundo,El 29 de enero de 1945, en la tribu amazónica Flor de Punga, de Pucallpa, nació una bebé que no lloraba, sino rugía. - Mi mamá durante dos semanas fue como un jaguar. PUEDES VER: Ese aviso no me gusta César Zelada, cineasta de 41 años, lo cuenta como si lo hubiera visto. Esa es una de las historias que le relataron su abuela y su madre cuando era un niño, y que ahora sirven como inspiración para una película que llegará a Hollywood. La mamá de César era una recién nacida a la que no le caían las lágrimas. No gritaba como cualquier bebé. La abuela oía sus rugidos y lloraba asustada. Los hermanos Zelada Mathews explican la razón: el espíritu de un jaguar "cutipó" a su mamá. El animal se había apoderado de su interior. Hace 72 años, a fines de enero, una joven portuguesa permanecía en una choza de Pucallpa (Ucayali) esperando a que su esposo, un aventurero irlandés y excombatiente de la Guerra de Leticia, termine su jornada de cacería de lagartos. Aquella muchacha estaba sola, embarazada, dentro de una tribu alejada y cerca de una zona que los jaguares utilizaban para su descanso. Allí comenzó con las labores de parto. Y mientras daba a luz, un jaguar paría a unos metros de la choza. "La abuela dice que mi mamá empezó a llorar como las crías del jaguar. Era como si hubieran transmutado almas, de repente", dice César cuando recuerda la historia del nacimiento de Zandra, su madre. Zandra Mathews —a quien llamarón así, con Z, porque era especial y distinta— nació en una choza, de palos altos, con su madre como única compañía, y con los llantos de jaguares cerca. "Trepaba árboles, tenía historias, iba al monte, no podían controlarla, tenía un espíritu salvaje", recuerda lo que le contaron, José Zelada, cineasta de 48 años, hermano de César, y uno de los fundadores de Tunche Films. —Una vez salió de la hacienda de su abuelo y la encontraron muchas horas después bailando en el velorio de una casa del pueblo. Tenía cuatro o seis años. Era una mujer auténtica— dice César Zelada. En la Amazonía peruana, el término "cutipar" está relacionado a una venganza o daño a un recién nacido. Pero José explica —con mayor sencillez— que lo que ocurrió en el nacimiento de su madre fue que un felino le entregó su espíritu: "Era como la hija de un jaguar". —Estos sucesos ocurren en la selva. Muchas veces son leyendas o mitos que, cuando estás en la civilización, dejas de creer. Pero nosotros sí lo hacemos. Y de eso trata nuestra película: hay gente que no cree que la selva tenga vida. Sin embargo, allí todo tiene espíritu: los árboles, los animales... La película a la que se refiere José se llama Ainbo, la historia de una niña de una tribu amazónica, cuyo hábitat está en riesgo a causa de la deforestación y la minería ilegal, actividades humanas que vienen generando cambios en el clima y el ambiente. Es el primer filme peruano de animación desarrollado de la mano de una productora hollywoodense (Cinema Management Group), según precisa César, productor de Ainbo y fundador de Tunche Films. En el primer teaser de la película, que dura menos de un minuto, aparece Ainbo, la niña de 13 años, de enormes ojos verdes y rostro pintado, trepando árboles y observando —desde lo alto— su selva. Este pequeño video fue el que convenció a los inversionistas de la productora Cinema Management Group (CMG), con sede en Beverly Hills. Dicha empresa participará en la elaboración del filme 3D, y se encargará de su distribución en el mundo. Por el momento, se sabe que ya está vendido en países como Polonia, Portugal, China, Israel y Corea del Sur. También estará en los festivales de Cannes, Toronto y San Sebastián a fin de asegurar su difusión y la recaudación de fondos. Según la revista Variety, el presidente de CMG, Edward Noeltner, dijo que Ainbo era el proyecto de animación más atractivo que habían visto en mucho tiempo. "Los temas y diseños de personajes indígenas tienen un atractivo universal". La iniciativa peruana costará hasta 13 millones de dólares, contará con la participación de 100 artistas de postproducción, entre los que están el venezolano Luis Pages, quien ha sido director de efectos visuales en Avatar, Harry Potter y Gravity. Y, aunque aún no se define el reparto, también tendrá las voces de actores de la talla de Liam Neeson y Samuel L. Jackson, quienes antes trabajaron en películas animadas de CMG como Khumba y Zambezia. Seres fantásticos Ainbo no es Zandra. Pero se le parece. Las aventuras de la niña de la comunidad Colonia están inspiradas en las de la madre de los hermanos Zelada Mathews. "Mi mamá nos abrió un mundo de fantasía e imaginación", dice Sergio, el director de posproducción de 49 años. "La historia la hice en honor a mi mamá. Nuestra familia siempre ha estado llena de magia, de aventuras y de leyendas", comenta José, director de la película y creador de la historia. "Mi mamá creció libre. Y creo que no hay un lugar en el mundo más vivo que la Amazonía", agrega César. A estos tres cineastas se les sumarán Marco y Luis Zelada, quienes también participarán en la producción. Los cinco hermanos estarán juntos. De Colonia, la comunidad de Ainbo, se conoce que está ubicada en la selva peruana. De la niña de ojos verdes (cuyo color será explicado en la película), se sabe que posee la facultad de ver a "espíritus guardianes de la Amazonía" como el tapir (sachavaca), armadillo y otros animales en peligro de extinción. De la película, también se ha adelantado que tendrá otros personajes, como los legendarios Chullachaqui (demonio que tiene la habilidad de transformarse en otro ser); y el Motelo Mama (tortuga gigante que lleva sobre su caparazón un pedazo de la selva). Ainbo tiene magia. Apuesta a largo plazo Esta historia permaneció guardada durante siete años. La razón: no había presupuesto para llevarla a la pantalla grande. En el Perú —dicen los Zelada— la principal dificultad siempre será el dinero. Por eso, a mediados del año pasado, llevaron el teaser y el proyecto al festival Ventana Sur, de Argentina, donde se lanzaba por primera año un mercado para películas de animación. Quedaron entre los seis seleccionados de 170 participantes. No ganaron, pero retornaron con cuatro propuestas internacionales, entre las que estaba CMG. "Creo que con las grandes producciones que se vienen dando, van a empezar a asentarse las bases para hacer una industria de películas animadas en el Perú", dice César. CMG trabajará con Tunche Films, la productora de cine de los Zelada que encontró en la publicidad la forma de generar recursos con miras a proyectos más grandes como el de ahora: su primera película de animación 3D. Pasaron quince años desde su fundación para que los hermanos se animaran a desempolvar la historia más vinculada con sus raíces. Pero también les da oportunidad a jóvenes animadores. En la creación de Ainbo vienen participando estudiantes de la Escuela Peruana de la Industria Cinematográfica (EPIC), institución fundada por los Zelada para ampliar el mercado de artistas de cine y animación. Los chicos que trabajan en Ainbo son becados en EPIC. "Tengo la expectativa de que esta película ayude a levantar el cine peruano", dice Jean Carlos Espinoza, de 19 años, creador del armadillo de Ainbo. La película se elaborará en el Perú. La etapa de preproducción continuará hasta diciembre próximo. Luego se desarrollará la producción y la posproducción, donde intervendrán artistas extranjeros. Según Sergio Zelada, Ainbo estará listo a fines del 2019. Su estreno será en el 2020. Hasta ese año, Ainbo seguirá siendo Ainbo. Y su historia mantendrá el vivo mensaje de la lucha contra la minería ilegal y la deforestación, la cual será contada en inglés al mundo. Sus creadores, los hermanos Zelada, encuentran en Ainbo el espíritu de su madre, de su tierra: "Somos hijos de la selva".