Psicóloga, antropóloga y lideresa del Frente Amplio. Excandidata presidencial por esa agrupación. Aspirante a postular al sillón presidencial en los comicios de 2021.,En su austero departamento de Jesús María, Verónika Mendoza, la excandidata del Frente Amplio que alcanzó casi un veinte por ciento de votos en las últimas elecciones, habla con entusiasmo del próximo lanzamiento de su nuevo grupo El Nuevo Perú, al que se han sumado miembros renunciantes de Tierra y Libertad, partido dueño de la inscripción que facilitó su postulación. De eso, de los resquemores de sus aliados, del viaje de Nadine Heredia a Suiza, de su decepción sobre PPK, entre otros temas, habla en esta entrevista. PUEDES LEER: Verónika Mendoza: "Fidel Castro le devolvió la dignidad a un pueblo" Cuando terminaron las elecciones, dijo que se dedicaría a fortalecer al Frente Amplio. ¿Cómo se ha plasmado eso en estos cuatro meses? Sí, hace aproximadamente un mes, tuvimos un congreso nacional, donde se expresó la voluntad de los frenteamplistas de abrir y democratizar la política, y es por eso que, en unos días, vamos a lanzar El Nuevo Perú (nombre de su nuevo partido), justamente para concretar esta voluntad de impulsar una amplia movilización, debates ciudadanos, porque creemos que hay que abrir y democratizar la política. ¿Por qué no seguir usando la inscripción de Tierra y Libertad? Eso es algo que veremos en su momento de cara a los procesos electorales que se vienen, el del 2018 y 2021, pero ahora lo importante es canalizar esa expectativa ciudadana de participar en la vida política. ¿El Nuevo Perú va a ser un partido con programa e ideario propio, no un frente de partidos? Lo que queremos garantizar es la diversidad. No queremos un partido político en el sentido tradicional, vertical, dogmático, cerrado, sino más bien un espacio de participación política abierto, diverso, democrático, donde puedan caber distintas corrientes alrededor del programa de cambios que pusimos a debate en la campaña electoral. ¿Qué significa para la solidez del Frente Amplio que un grupo de militantes de Tierra y Libertad se haya pasado a Nuevo Perú? Creo que es una suerte de reordenamiento de las fuerzas para poder tener una mejor convivencia y seguir fortaleciendo este espacio. Marco Arana calificó de infraternos a esos exmilitantes de Tierra y Libertad. ¿Qué significa eso para la solidez del Frente Amplio? Mira, para nosotros, lo importante es el programa que nos unió y que nos sigue uniendo, por el cual votaron cerca de tres millones de peruanas y peruanos, y las convicciones de esperanza y cambio que nos unieron. Esto se ha leído desde afuera como una de las tantas rupturas de la izquierda peruana. ¿Es una de ellas? Nuestra apuesta es fortalecer, democratizar el frente. No lo abandonamos. Todo lo contrario. Si Marco Arana, que es una cara importante del frente, siente que esto es infraterno, ¿cómo queda su vinculación con él? Yo estoy segura que, en el curso de las cosas y de cada elección política, nos vamos a reencontrar y seguir trabajando juntos, porque defendemos el mismo programa de cambios… ¿Han hablado del tema? Recientemente, no. No hemos tenido la oportunidad. Seguramente ya se dará. Está resentido, obviamente… No creo. No tendría por qué. ¿En qué quedó la propuesta de que la bancada diera un aporte para financiar sus actividades para fortalecer al Frente Amplio? ¿Se dio? No, yo no he recibido nada de la bancada. Sin embargo, sí creo que es importante y legítimo que nuestros congresistas, así como nuestros militantes, puedan cotizar para efectos de fortalecer la organización y que algunos puedan dedicarse a tiempo a completo a esta actividad. Es algo que amerita ser tratado con seriedad… ¿Y ahora de qué está viviendo Verónika Mendoza? De mis ahorros y esperando también, luego de dedicarme unos meses más a impulsar El Nuevo Perú, retomar en algún momento y en alguna medida mis actividades profesionales. Extraño mucho los tiempos en que me dedicaba a la educación, además con niños y en zona rural. Usted fue una de las renunciantes más tempranas al nacionalismo. Ahora, acabado su gobierno, ¿hay algo que elogiar de ese gobierno? Yo creo que lamentablemente se desaprovechó una gran oportunidad, porque había una enorme expectativa ciudadana de cambios profundos, un escenario regional propicio, una situación económica muy favorable. Usted conoció a Ollanta Humala en Francia, en el 2004. ¿Qué le impresionó en él para decidir seguirlo y apoyarlo? Lo que pasa es que, a partir de mi entendimiento de la política, yo no seguía a una persona en particular, sino a un proyecto político, a un movimiento que hablaba de cambios… Pero en ese momento el nacionalismo eran él, Nadine y cuatro gatos más… Ciertamente él encarnaba ese proyecto. Una de las cosas que en aquel momento me interesó fue el gesto que tuvo contra el fujimontesinismo (el levantamiento de Locumba), aunque luego, lamentablemente, haya sido cuestionado y, bueno, a estas alturas ya no puedo tener certezas alrededor de eso. Los sucesos de Espinar (donde hubo un muerto) marcaron su renuncia. ¿Cuándo empezó el distanciamiento? Ya en los seis primeros meses había varias señales en materia de política económica. Por ejemplo, a pesar de que se aprobó la ley de consulta previa, rápidamente se vio que había una intención de dejarla como una suerte de trámite administrativo más que un proceso de diálogo franco. O el manejo poco democrático con la bancada… ¿En qué sentido? Por el hecho de que se nos considerada –y me incluyo- como alfiles que debían votar de tal o cual manera, sin un debate serio sobre los temas. La poca voluntad de diálogo con aquellos pueblos que protestaban por cómo se pretendía imponer los proyectos mineros, específicamente en el caso de Conga y el de Espinar. Ahora (Oscar) López Meneses acaba de decir que usted era íntima de Nadine, gente de confianza e incluso su asistente. ¿Qué respondería a eso? Mira, a López Meneses, operador fujimontesinista, no le voy a responder. Ya respondí sobre ese tema y lo reiteraré las veces que sea necesario: yo fui parte del Partido Nacionalista porque creía en ese proyecto que luego nos traicionó… También Abugattas ha dicho que era íntima de Nadine. ¿Mienten? Lo que yo he dicho con toda transparencia al fiscal como a la comisión de Fiscalización del Congreso es que, en tanto militante del Partido Nacionalista, hubo un período de unos seis meses en el 2007 en el cual asumí la tarea de coordinar con los comités de apoyo del partido en el exterior y allí coordinaba con la señora Heredia, porque ella era secretaria de Relaciones Internacionales. Nunca he negado mi participación activa en el Partido Nacionalista, pero que se me quiera comprometer con el manejo de los recursos y cosas por el estilo, eso lo he rechazado… ¿Esa letra en las agendas de Nadine es suya? Mira, a mí el señor fiscal me ha mostrado las agendas, he hojeado algunas páginas y, luego de eso, no reconozco nada. ¿Y el famoso viaje con Nadine a Venezuela a rendir cuentas a Maduro sobre los aportes, según López Meneses? (Risas) Nunca vi al señor Maduro en mi vida, excepto por televisión. Sobre eso también he sido transparente y he informado que viajé alguna vez a Venezuela, no el 2006, como se ha dicho, sino el 2007, y fue para un encuentro de mujeres políticas latinoamericanas. Ella también asistió, al igual que Hilaria Supa y otras mujeres lideresas, políticas… ¿Y qué opina del viaje de Nadine Heredia a la FAO? ¿Considera que es una huída, como mucha gente piensa? En todo caso creo que es un grave error político salir del país cuando hay una investigación de por medio tan cargada política y mediáticamente, pero son el Ministerio Público y el Poder Judicial los que tendrán que evaluar la situación y determinar los mecanismos para garantizar que la investigación continúe… Y a cuatro meses de gestión, ¿cómo ve el gobierno de Kuczynski? Bueno, no es que me haya hecho muchas ilusiones, pero no esperaba que se revelara la precariedad del gobierno con tanta prontitud y en esta magnitud. Yo creo que ya es tiempo de que el señor Kuczynski salga a marcar una agenda, una visión y un plan de trabajo claros, en lugar de estarse en coqueteos con el fujimorismo que, además, en nada le va a retribuir. ¿Hay un cogobierno, forzado, pero cogobierno al fin? Sí, porque muchas de las decisiones que se están tomando no provienen únicamente del partido del señor Kuczynski, sino las está imponiendo el fujimorismo. Ahora, claro, hay temas en los cuales hay una natural coincidencia. En materia económica, por ejemplo, pero en materia de derechos, de institucionalidad, esperaría por lo menos alguna diferenciación. Lo curioso es que habiendo este cogobierno de facto, Keiko Fujimori es la cabeza de la oposición, papel que podría tener usted… Mira, eso es relativo, porque ¿qué grandes temas de debate, qué grandes propuestas ha planteado el fujimorismo en estos meses al país? Oposición en términos de show mediático, por supuesto, ahí el fujimorismo siempre va a ganar, pero no es el terreno que queremos disputarles, sino el de la propuesta consistente, coherente, y llamar la atención sobre algunos temas urgentes. ¿Qué de bueno sí tienen estos cuatro meses de gestión de PPK? (Silencio) A ver, ¡qué difícil! Le ha encontrado algo bueno al de Humala… (Risas) Después de cinco años de silencio y en contraste con el del señor Kuczynski. Mira, que estamos a apenas cuatro meses de gobierno. No me hace feliz en absoluto encontrarnos con un gobierno precario y sin mucha iniciativa, pero, bueno, démosle la oportunidad. Acaba de empezar. Aunque ha dicho que ahora las candidaturas del Frente Amplio serán producto de una votación abierta, ¿aún le quedan ganas de candidatear a la presidencia de nuevo el 2021? Todavía me quedan muchas ganas, mucha convicción y mucha esperanza de cambiar las cosas, de hacer política con la gente. Por eso vamos a impulsar el Nuevo Perú. Aunque falta mucho para las candidaturas, ya he señalado que sí tengo voluntad de volver a postular, pero, bueno, veremos también lo que pasa en estos años. No puedo ser la única periodista que no le haga la pregunta cliché: ¿Venezuela es una dictadura? Es un país que está atravesando una grave crisis política, económica y social. Y, mira, más allá de los términos, lo importante es que se encuentre una solución, que los espacios de diálogo se fortalezcan, que se den las condiciones para el referendo revocatorio. Si este no se pudiera dar, entonces sí estaríamos frente a una dictadura. Hernán Hernández