Esperanza crema. Universitario presentó a su plantel 2017 con Juan Vargas como principal referente. Merengues empataron sin goles ante la Universidad Católica.,Una noche monumental,Una noche monumental,Una noche monumental,Una noche monumental,Una noche monumental,Una noche monumental,Una noche monumental, Volver a creer. Volver a ilusionarte. Volver a estar en familia. Volver a tener la casa llena. Soñar con que a fin de año saldrán fuegos artificiales, que la emoción será la misma que ese día de estreno. Soñar con celebrar, con levantar una copa. Fue una presentación monumental. Se apagaron las luces en el estadio y mientras los hinchas se abrazaban y prendían el celular para grabar, el foco estaba en Juan Vargas, el hijo pródigo que regresa trece años después a su casa. Para volver a creer, para ser el guía. Levanta los brazos y hay una ovación de aplausos que parece no terminar. Si a Aldo Corzo, Alberto Rodríguez y Luis Tejada los recibieron con cariño, al ‘Loco’ le predicaron amor eterno. Vargas regresa por la puerta grande al equipo que tiene tatuado en el corazón. Trece años después está dispuesto a escribir un nuevo guion ganador. Reinventado como volante de primera línea, su jerarquía debe empezar a aparecer para que los sueños se conviertan en realidad. La garra es el sello indeleble de Universitario, que en su primera aparición de esta temporada dejó algunos chispazos para confiar en que esta película tendrá final feliz. El venezolano Arquímedes Figuera tuvo un nivel superlativo: pelea, corta, pero tiene fútbol. Fue el que más pelotas quitó, el que salida más limpia tuvo, aunque queda la interrogante de si podrá multiplicarse para cubrir todos los espacios que no deja libre Vargas, quien aún no está a punto físicamente, que deberá recuperar el ritmo futbolístico. Caminaba en gran parte del primer tiempo en una posición nueva. Tendrá que acomodarse. Solo un par de arranques de locura con los que estuvo a punto de abrir el marcador ante la Universidad Católica de Chile, que tuvo al arquero Franco Constanzo como una de sus grandes figuras. Le sacó un potente tiro a Vargas, otro remate de Alexi Gómez y el rebote que tuvo Hernán Rengifo. También otro tiro del ‘Charapa’, un cabezazo de Galliquio. Pero los ‘Cruzados’, campeones en su país el año pasado, demostraron que le sobran argumentos. Con más engranaje, estuvieron cerca de dejar en silencio el estadio. Diego Buonanotte desnudó algunas deficiencias defensivas y estuvo cerca de anotar, pero le faltó mejor suerte. Corzo tenía problemas en su banda, el juvenil Javier Núñez pasó desapercibido y falta trabajo para sacar mayores conclusiones. Las sociedades entre Vargas-Gómez y Manicero-Rengifo fueron las que más peligro crearon. En el segundo tiempo, Roberto Chale decidió cambiar a todo el equipo titular: debutó Luis Tejada, entró Diego Guastavino, Jersson Vásquez, Juan Diego Gutiérrez. Bajó la intensidad y se intercambiaron el dominio del balón. El ‘Pana’ casi empieza a celebrar con un cabezazo que pasó muy cerca del arco rival. Cuando lo llamaron por su nombre, estuvo al borde de las lágrimas. Esa pasión te transmite la hinchada. Al final se van aplaudidos aunque hayan empatado 0-0. El rival exigió, los músculos aún se están soltando y en la primera prueba hubo chispazos para creer, para volver a ilusionarse. Todos abrazados, como familia, esperando una locura de Vargas, un gol de Tejada. Volvió la esperanza.