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Economía

2 de cada 10 jóvenes tiene un trabajo mal retribuido

La falta de experiencia (30,7%), los bajos salarios (22%) y la poca oferta laboral (21,9%) son las principales dificultades que enfrentan los jóvenes para conseguir un trabajo formal en Lima Metropolitana, señala un estudio.

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El grupo de trabajadores entre 18 a 25 años es el que tiene la tasa más alta de informalidad, con 78,2%. Foto: LaRepública/Juan Pablo Azabache

A pesar de que nuestro país ha experimentado un crecimiento económico del 5,04% en mayo de este año, el ámbito del trabajo no ha tenido el mismo ritmo de expansión. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a lo largo del 2023, se registró una reducción en la tasa de empleo de los jóvenes de entre 18 a 25 años que alcanzó el 11%.

Una evidencia de ello es que la Población Económica Activa (PEA) para este grupo etario disminuyó de 913.000 empleados en el 2022 a alrededor de 864.000 en el 2023, mientras que en otros sectores se incrementó. Para abordar la situación laboral y las aspiraciones de los jóvenes de nuestra capital, el investigador Oswaldo Molina y la consultora Datum Internacional presentaron un estudio que hicieron para Arcos Dorados, el operador de McDonalds en Latinoamérica. 

Realidad del talento juvenil

Según el sondeo realizado a más de 400 jóvenes de entre 18 a 25 años en marzo del 2024, 4 de cada 10 de ellos indicaron que no tenían trabajo, pero se encuentran buscando uno de forma activa. Además, el estudio muestra que 2 de cada 10 jóvenes encuestados no cuentan con un empleo y tampoco exploraban una oportunidad por el momento.

Eso no es todo. La mitad de los encuestados respondió que cuentan con un empleo formal, mientras que el otro 50% tiene un trabajo en condiciones precarias. De estos, 3 de cada 10 trabajadores jóvenes reconoció laborar en la informalidad y aproximadamente, 2 de cada 10, consideran tener un empleo con contrato inestable, salario bajo y ningún beneficio.

“La situación de precariedad es un problema de muchos años atrás. La tendencia de acuerdo a informes oficiales, es que hay menos participación de los jóvenes en el mercado laboral. Si lo comparamos con el 2023, hay una disminución del 1,4% y refleja que pospandemia no se han recuperado los niveles de empleo”, explica la socióloga Alejandra Dinegro.

Dicha declaración va en sintonía con lo que señaló a este medio el exministro Kurt Burneo respecto a que “si la economía no crece a un 5%, lo que va a ocurrir es que la demanda de empleo no va a crecer con la magnitud necesaria para absorber a los casi 300.000 jóvenes que anualmente se incorporan al mercado laboral”.

Entre las principales dificultades que enfrentan estos trabajadores jóvenes para conseguir empleos formales se encuentran la falta de experiencia laboral (30,7%), los bajos salarios (22%) y la poca oferta laboral (21,9%). Por eso, el 80% de los encuestados considera que faltan oportunidades para su generación y que se ofrecen pocos beneficios, así como capacitación.

“Estos programas de “Mi Carrera”, “Mi Primera chamba”, habían arrojado algunas estadísticas favorables, pero eso no tiene ningún impacto directo en la población afectada. Si miramos a la educación técnica y universitaria, los jóvenes salen y terminan trabajando en otros tipos de carreras. Entonces, estamos viendo aquí que la capacitación no es el problema, sino la experiencia que ellos obtienen para el trabajo. Eso se resuelve en la educación para el trabajo, refiere Dinegro.

Dificultades

Además del análisis inicial de las cifras de empleo y población juvenil, el estudio muestra una encuesta focalizada sobre las opiniones y expectativas de este grupo etario en Lima y reúne los puntos de vista de diversos actores que participan en el mercado.

Sobre su futuro laboral, 3 de cada 10 jóvenes indicaron que su percepción es pesimista porque no ven posibilidades de trabajo. Adicionalmente a ello, el 9,6% manifestó su voluntad de irse del país para buscar empleo y 2 de cada 10 de los encuestados considera que la sociedad desconfía de sus capacidades y talentos.

“Este estudio permitió escuchar a los jóvenes para entender sus percepciones respecto a su problemática. Ellos mencionan que encuentran pocas oportunidades para los primeros empleos debido a la falta de experiencia. Por eso, no solo se debe preparar a los jóvenes para la universidad, sino también para la educación técnica y para el mercado laboral desde la secundaria.”, explica el investigador Oswaldo Molina.

Frente a la problemática expuesta en este estudio de empleabilidad, Alejandro Dinegro enfatizó que se necesitan políticas educativas para que los jóvenes se inserten al mercado laboral, fortalecer las capacitaciones y promover incentivos de actualización de conocimientos, así como ensayar una política que fomente el trabajo decente.