Cada día, un número significativo de peruanos toma la decisión de materializar sus sueños empresariales o se encuentra planificando un emprendimiento.
De acuerdo con una reciente encuesta realizada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el 40% de los encuestados, lo que equivale a 4 de cada 10 personas, tiene intenciones de iniciar un negocio en los próximos meses, mientras que un 10% ya cuenta con uno.
La mayoría de las personas que tienen planeado iniciar un negocio se encuentra en el ámbito rural (46%) y pertenece a los niveles socioeconómicos D/E (43%).
De acuerdo con Saúl Elguera, miembro del Área de Estudios de Opinión del IEP, la mayor predisposición en estos segmentos se debe a que este grupo de futuros emprendedores no busca necesariamente incrementar sus ingresos, sino más bien complementarlos para cubrir sus necesidades mensuales. “Hablamos de negocios de pequeña escala como tiendas o bodegas”, comentó a La República.
Si se tiene en cuenta la segmentación por macrozonas, el oriente es donde la mayor cantidad de personas prevé emprender con un 48%.
Según Elguera, este resultado obedece a que esta zona es la más alejada de los centros de desarrollo económico y tiene menos oportunidades laborales. Asimismo, el deseo de iniciar un negocio está más presente en la población masculina, en la cual la respuesta llegó a un 42%, mientras que en las mujeres alcanzó al 38%.
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A juicio del vocero del IEP, ello refleja desafíos persistentes en cuanto a la igualdad de género en el emprendimiento. La respuesta también es mayoritaria en las personas con educación superior (41%) y en los jóvenes comprendidos entre los 18 y 24 años (43%).
Por otro lado, casi la mitad de los encuestados (49%) cree que en el Perú es sencillo iniciar un negocio.
En este resultado también la mayoría de las personas pertenece al ámbito rural (55%) y destacan los niveles socioeconómicos C y D/E con 50% y 52%, respectivamente.
Según Sául Elguera, ello se debe a que los negocios previstos tienden a ser de pequeña escala y se ubican en el sector informal, lo que implica menores requisitos de capital y trámites burocráticos.
El optimismo también es mayor en los hombres con 52%, mientras que en las mujeres alcanza un 46%.