Con el pasar del tiempo el mundo laboral se está transformando y los fundamentos con los cuales operábamos están evolucionando. El modelo de las empresas cada vez se ve más desafiado, aspecto que salió a relucir aún más con la pandemia. Deloitte consultó a más de 10.000 líderes empresariales y de recursos humanos de diversas industrias en 105 países. Aquí, te presentamos cuáles son las tendencias que están siendo más valoradas en el Perú, aunque su aplicación aún es incipiente.
Las compañías están atravesando un nuevo panorama a medida que pierden los límites tradicionales que mantenían las cosas empaquetadas y ordenadas, con lo que adquieren la posibilidad para experimentar, innovar y definir nuevos fundamentos.
De manera similar, las nuevas tecnologías están remodelando los límites de cómo se define y mejora el desempeño humano, de equipo y organizacional. A su vez, la ubicación y la modalidad de trabajo pasan a ser secundarias a las necesidades de los colaboradores.
Las nuevas tecnologías siguen incorporándose al ambiente laboral y no se limitan a aumentar la productividad de las personas, sino que les ayudan a mejorar sus capacidades personales y el desempeño del equipo.
“Ello explica porqué el 98% de los líderes encuestados en Perú considera que utilizar la tecnología para mejorar los resultados del trabajo y el rendimiento de los equipos es importante para el éxito de su organización. Cabe destacar que solo 21% afirma que está preparado para trabajar en este tema”, asegura Giovanni Sissa, socio de Consultoría en Capital Humano de Deloitte Perú.
“Tradicionalmente, el puesto de trabajo era la estructura determinante para organizar todos los aspectos del mismo, en el que se agrupaban tareas y se categorizaba a los colaboradores en funciones y responsabilidades delimitadas, pero ese enfoque pierde el sentido en el mundo de hoy en día. En su lugar, muchas compañías están adoptando una perspectiva basada en las competencias y las habilidades de sus trabajadores como la base para tomar decisiones sobre la fuerza laboral”, agrega Sissa.
En este sentido, el informe revela que el 97% de los consultados en Perú están de acuerdo en que es importante evitar centrarse en definiciones formales de los puestos de trabajo para el éxito de la organización.
Cuando se liberan de ellos, los trabajadores tienen la oportunidad de utilizar mejor sus capacidades, experiencias e intereses, lo que les permite promover los resultados empresariales y laborales. En este tema además, solo un 22% manifestó tener las capacidades para mejorar en este frente.
Las organizaciones deben ampliar su visión del riesgo humano más allá del cumplimiento y la presentación de informes, con el fin de considerar un amplio conjunto de factores que los afecta significativamente. La clave está en comprender plenamente estos riesgos y la responsabilidad última debe recaer en la dirección.
En este contexto, resulta fundamental contar con un marco para supervisarlos, crear una estructura flexible de respuesta a los riesgos a través de una perspectiva ampliada y más oportuna, e instalar la responsabilidad en el nivel directivo para que se extienda por toda la organización. Esta tendencia fue destacada por el 97% de los encuestados y un 26% expresó que avanzaría en este aspecto.
“Los líderes deben aprovechar la pasión y la energía del equipo de trabajo para crear beneficios mutuos para todos. También es importante contar con objetivos flexibles y tomar decisiones que respalden sus aspiraciones de relacionamiento entre colaboradores y la organización. Este aspecto obtuvo un puntaje de 96%, mientras que solo 15% admite estar listo para dar este paso”, añade Sissa.