La compañía italiana Enel, que recientemente confirmó su salida del Perú, Argentina y Rumanía a partir del próximo año, confirmó esta semana que en el periodo 2023-2025 contempla invertir en Chile US$ 1.700 millones y US$ 5.000 millones en otros países de la región.
Del monto destinado a Enel Chile, el 71% será para proyectos de energías renovables; el resto se dividirá entre redes (grids), térmicas y a Enel X. Este plan contempla un Ebitda acumulado (ganancia antes de impuestos, intereses, depreciación y amortización) de entre US$ 3.800 millones y US$ 4.000 millones, según el presidente de la empresa, Herman Chadwick.
Asimismo, la empresa en los próximos 3 años a través de Enel Américas prevé invertir US$ 5.000 millones en Brasil, Colombia y Centroamérica. “Tenemos un plan de inversiones ambicioso, pero lo más importante es que tenemos la caja para materializarlo”, dijo Chadwick en el investor day realizado en Chile.
A detalle, el 51% de la inversión anunciada se destinará a Brasil, algo más del 30% a Colombia y 5% en Perú solo en 9 meses de 2023, plazo en el que esperan materializar esa transacción.
En los próximos años, Enel tiene previsto potenciar sus proyectos de energía renovable con el objetivo de avanzar en su plan cero carbono a 2040 y esta es la razón la que la empresa dejó el mercado peruano, pues nuestro país “en general funciona muy bien, pero está atrasado en materia de renovables”, según el gerente general de Enel Américas, Mauricio Bezzeccheri.
Mientras que en cuanto a la desinversión en Argentina, mencionó que este “es un mercado en el que no pueden crecer por diversas razones”.
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El ejecutivo enfatizó que el objetivo matriz es enfocarse en los mercados donde se puede acelerar la transición energética, porque implicará márgenes más interesantes y, por lo mismo, los esfuerzos en Latinoamérica se centrarán en Enel Chile y en Brasil, Colombia y Centroamérica, en el caso de Enel Américas. “Pusimos en marcha en Colombia 1.000 MW renovables y tenemos otros 350 en construcción; pusimos en marcha 1.600 MW en Brasil, pero no lo hemos podido hacer ni en Perú, ni en Argentina”, comentó.
Además, Bezzeccheri aseguró que existe bastante interés de empresas internacionales por quedarse con los activos peruanos.
Por su parte, Aurelio Bustilho, gerente de Finanzas, detalló que salir de Argentina y Perú implicará un impacto negativo de US$ 1.500 millones en Ebitda en 2025 y de US$ 7.100 millones en la deuda para el trienio.
Con información de La Tercera.