El constante aumento del desempleo juvenil será uno de los tantos retos que deberá poner el próximo Gobierno como prioridad en la agenda nacional. Ya que, en Lima Metropolitana, el 13% de jóvenes dejaron de ser población económicamente activa durante el primer trimestre del presente año, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En esa línea, la Fundación Forge resalta los cuatro principales temas que deberán priorizarse respecto a este tema.
1. Disminuir su participación en empleos informales. Muchos jóvenes se ven obligados a acceder a empleos informales, debido a la reducción de empleos formales en el periodo de la pandemia. Solo en el 2020, el empleo formal disminuyó un 24,8% a diferencia del año anterior, según cifras del INEI.
“Disminuir su participación debe darse de manera paulatina, primero con el establecimiento de medidas de emergencia dirigidas a la reactivación económica a través del empleo”, enfatizó María José Gómez, directora de la Fundación Forge.
2. Reducir el número de NINIS (jóvenes que ni estudian ni trabajan). A raíz de la pandemia generada por la COVID-19, el número de jóvenes que no puede estudiar porque no puede pagarse sus estudios y que no encuentra trabajo aumentó durante el 2020 respecto al anterior.
Para reducir estos índices, el próximo gobierno debe enfocarse facilitar el acceso a formación virtual matrícula, internet, dispositivos- que permita desarrollar habilidades para el empleo.
3. Fomentar la participación de las mujeres en el mercado laboral formal. La brecha de género en empleabilidad se amplió en casi el 50% durante el 2020, según cifras del INEI. La mayor parte de población que dejó de ser PEA (Población económicamente activa) han sido las mujeres.
Esto se debe a que las mujeres están a cargo del cuidado y la atención de niños y niñas que estudian en casa, de personas enfermas de covid y de otras enfermedades, y en general de personas dependientes, dificultando su posibilidad de acceder tanto a empleo como a formación actualizada que están requiriendo las empresas, como por ejemplo en habilidades digitales, ampliando peligrosamente la brecha de género.
4. Promover cursos de desarrollo de habilidades socioemocionales. Según la especialista, cada año, en promedio, unos 400 mil jóvenes terminan la secundaria, número que en su mayoría absorbe el mercado laboral informal o terminan convirtiéndose en NINIS, un porcentaje muy pequeño de jóvenes de bajos recursos económicos (7%) accederá en algún momento de su vida a un empleo formal.
Por ese motivo, el gobierno entrante debe promover programas de desarrollo de habilidades socioemocionales que les permita a los jóvenes fomentar habilidades blandas requeridas por el mercado laboral formal para su inserción y rápida contratación.