Durante abril, la producción nacional registró un crecimiento de 58,49% comparado con el mismo mes del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Vale precisar que en el cuarto mes del 2020, la economía se contrajo en -39,09% debido a las medidas restrictivas aplicadas por el Gobierno para combatir el Covid-19.
El economista de Oxfam Armando Mendoza explica para La República que el resultado obtenido es producto de un rebote estadístico considerando que durante la mitad de marzo, y especialmente abril y mayo, la economía estuvo paralizada al adoptar una de las cuarentenas más estrictas del mundo.
“Es lógico y evidente que iba a recuperarse y dar un salto importante el crecimiento (económico) cuando se compara contra el piso. Es una noticia alentadora, pero todavía estamos muy lejos de haber alcanzado un nivel para decir que se ha superado la crisis económica y social generada por la pandemia”, anota.
Asimismo, el especialista señala que la amenaza de una tercera ola de contagios y la tensión política electoral en torno a Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) pueden influenciar en los indicadores venideros.
En esa línea, el economista y docente PUCP José Oscátegui coincide en los factores señalados por su colega, y explica que al no haber una gran obstrucción de capital durante el periodo de estudio se puede hablar de un rebote alentador.
Oscátegui estima que para este año no se dará un crecimiento económico absoluto, sino una mera recuperación que tiene en la actual incertidumbre política una piedra en el zapato que, si bien no puede estropear las proyecciones, mantendrá “los ánimos crispados” del mercado, aunque con la agilización del proceso de vacunación y descongestión de hospitales hay un fuerte aliado para impulsar la actividad.
El economista reconoce que en un eventual gobierno de Castillo este no estará exento de problemas, dado que tendrá una férrea oposición y presión de grupos como los profesores y trabajadores de la salud que esperan que cumpla con su agenda política y económica.
Según el INEI, el rubro de alojamiento y restaurantes se recuperó en 899,13% durante el año de estudio gracias al incremento de la demanda por la flexibilización de las restricciones de horario y apertura de sucursales principalmente.
A detalle, el subsector restaurantes registró una subida de 895,25% y alojamiento, 330,31%.
Por otro lado, el sector construcción aumentó en 987,36% –siendo la más alta del presente año–, destacando el aumento del consumo interno de cemento en 6.210,71%, equivalente a 1 millón 014.050 toneladas frente a las 16 mil 69 toneladas de abril del 2020. Las cifras tienen como causal la ejecución de obras privadas.
También creció la inversión pública en construcción (277,87%) debido al avance de obras en los tres ámbitos de gobierno: regional (371,84%), local (355,85%) y nacional (153,89%).
El sector pesca aumentó en 132,13% por el incremento de la pesca de origen marítimo (242,86%), el mayor desembarque de especies para consumo humano directo: congelado (53,2%), fresco (118,8%), enlatado (106,9%) y curado (210,6%), respectivamente.
En cuanto a la captura para consumo humano indirecto como la harina y aceite de pescado, se registró una extracción de 304 mil 889 toneladas de anchoveta, mientras que durante el año pasado no hubo captura de este recurso.
El sector agropecuario desde abril del año pasado registra una contracción de -5,20% tras encontrarse una menor superficie sembrada y atraso en la siembra por la escasez del recurso hídrico por la falta de lluvias.
Según Mendoza, ello contrasta con la realidad del auge agroexportador, y lamenta que a la agricultura familiar y pequeños productores la ayuda llegue tarde o nunca. Esto último en referencia a la baja ejecución de FAE-Agro a fines del año pasado, cuando apenas llegó al 1%.
El economista señala que las familias agricultoras afrontan problemas incluso en plena campaña agrícola –que se inicia en agosto– al vivir en el limbo de la vulnerabilidad y carecer de acceso a servicios básicos.
“La evolución de la situación económica está directamente vinculada a la evolución de los indicadores sociales, como el incremento de 10% de la pobreza en el 2020 o las deficiencias de la ingesta calórica”, concluye.
Durante el primer cuatrimestre de este año, el PBI registró un incremento de 13,80%, según el INEI.
Los sectores que registraron mejores cifras entre enero y abril fueron construcción (82,01%), pesca (52,62%), manufactura (30,77%) y financiero y seguros (18,34%).
Mientras que aquellos que siguen contraídos son agropecuario (-1,54%), alojamiento y restaurantes (-10,69%) y transporte, almacenamiento, correo y mensajería (-1,27%).
En cuanto al periodo anualizado mayo 2020-abril 2021 existe una disminución de -3,37% en la producción nacional, siendo los sectores más afectados el agropecuario (-0,26%), minería e hidrocarburos (-6,53%), comercio (-4,84%), transporte, almacenamiento, correo y mensajería (-21,88%), alojamiento y restaurantes (-47,32%).
Daños. Los cultivos principalmente afectados son la aceituna (-44,80%), arroz cáscara (-33,67%) y caña de azúcar (-21,52%).
Ligero. Subsector pecuario a la baja con -0,16% ante menor producción de ave (-1,72%) y fibra de llama (-0,91%).
Armando Mendoza, economista
“Es lógico y evidente que iba a recuperarse y dar un salto importante el crecimiento (económico) cuando se compara contra el piso. Es una noticia alentadora, pero todavía estamos muy lejos”.
José Oscátegui, economista
“Se esperaba una recuperación rápida al suspenderse la producción y el consumo, pero no una gran obstrucción del capital. La economía debería continuar pese a problemas políticos”.
Infografía - La República
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