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Domingo

Ebelin Ortiz, la voz de Billie Holiday

Con sus icónicas gardenias enmarcando su rostro, la actriz encarna a la diva del jazz en El ocaso de una estrella. Durante una hora y media canta sus canciones en español y narra momentos de la trágica vida de esta frágil mujer, a la vez defensora de los afroamericanos.

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La actriz de 51 años en la piel de Billie Holiday, la voz más influyente del siglo XX.. Foto: Antonio Melgarejo/La República

Lo lleva consigo a todas las funciones. Forma parte de su ritual. Es un pequeño baúl donde transporta su maquillaje y otras cosas más como estampillas de santos. “Este es el Señor de los Milagros, esta es la Virgen de Guadalupe y este es un rosario –dice la actriz Ebelin Ortiz–. Seguro que la gente cree que soy atea”, añade y su voz resuena en el aún vacío teatro Ricardo Blume en Jesús María.

Aún no está en modo personaje o, como dice ella, aún “Billie Holiday no ha entrado en su cuerpo”. Tres elementos de vestuario la convertirán en unos minutos en la estrella del jazz estadounidense: un vestido de satín blanco que hace juego con unos zapatos de tacón del mismo color y las icónicas gardenias que Lady Day solía usar con el pelo recogido.

En el camerino, minutos antes de salir a escena, en el teatro Ricardo Blume. Fotografía: Antonio Melgarejo

A las ocho en punto, Ebelin, ya caracterizada, cruzará el telón y entrará a escena. La mirada perdida, el rictus de dolor, los hombros encogidos como queriendo ocultarse de las luces. Entonces Ebelin será Billie Holiday por una en un hospital por ser “de color”, algo habitual en aquel tiempo.

“Billie fue una artista del siglo pasado que sufrió misoginia, violencia sexual, racismo. Podrías decir que eso ya no pasa en esta época, sin embargo, pasa. Durante el confinamiento han desaparecido mujeres y hubo adolescentes que salieron embarazadas. Es un personaje del pasado que nos confronta con la realidad”, añade la actriz.

El ocaso de una estrella trae al presente a la mítica cantante, quien es considerada un símbolo de la lucha contra el racismo en los Estados Unidos. En 2020, durante las protestas por la muerte de George Floyd, muchos volvieron a hablar de su canción Strange fruit o Fruto extraño –escrita por Abel Meeropol, un profesor judío de instituto y cantada por primera vez en 1939–, cuya letra describe crudamente la salvaje segregación racial instaurada en la sociedad estadounidense.

La canción está inspirada en la fotografía de un linchamiento de dos afroamericanos ocurrido en Indiana en 1930, cuyos cuerpos se exhiben colgados de las ramas de los árboles. Hubo quienes la consideraron subversiva, incluso, se dice que le generó problemas a Holiday con el FBI. Sobre esto se ha hecho una película, Los EEUU contra Billie Holiday (2021).

El ocaso de una estrella va hasta el 22 de octubre: jueves, viernes, sábado y lunes a las 8 p.m., y domingos a las 7 p.m. Fotografía: Antonio Melgarejo

La trágica diva

Por un lado, Lady Day era defensora de los derechos de los afroamericanos, pero tenía un faceta frágil. Fue una mujer que cargó con una existencia desdichada, solía emparejarse con hombres violentos que la golpeaban y, en el último tramo de su corta vida (murió a los 44 años), cayó en el pozo de las drogas.

¿Cómo hizo Ebelin, que se reconoce una mujer empoderada para empatizar con Billie? La actriz sinceró en una entrevista a El Comercio que tuvo una relación tóxica, sufrió violencia y creyó amar a su agresor hasta el tuétano: “Hay personas que no han pasado por esto y pueden juzgarlo desde la superioridad. Es que tú puedes ser la más empoderada, pero hay un momento de flaqueza y estas personas lo huelen como animal a su presa”, dice Ebelin.

Y sobre el consumo de heroína, la droga que llevó a Billie a vivir al filo de cornisa, la actriz hizo trabajo de campo entrevistando a personas con esta adicción: “Yo no consumo drogas. Gracias a ellos y a partir de sus testimonios he hecho mi viaje personal, y puedo saber cuál era la sensación que tenía esta mujer cada vez que consumía”.

La ficción de El ocaso de una estrella –de título original Lady Day at Emerson’s Bar and Grill (2014)– nos hace viajar a la última presentación de Billie antes de su muerte a causa de una cirrosis hepática. A medida que avanza la acción escénica, se ve cómo la cantante, sumida en los efectos de la droga, se va apagando. Su mirada está más perdida, su espalda se encorva aún más, se ve a la diva triste y en decadencia, pero manteniendo esa voz y esa forma única de interpretar sus canciones hasta el final.

Billie, el personaje, se va consumiendo; mientras Ebelin, la actriz, la sostiene hasta el final y demuestra una actuación solvente y conmovedora. De hecho, se venía preparando para encarnarla desde el 2020, cuando Mateo Chiarella y el productor Carlos Arana le proponen ser la protagonista de la obra que quedó suspendida cuando cayó la pandemia.

“En realidad la conocí el siglo pasado en las clases con el maestro Alberto Ísola, que se dio cuenta que las canciones de esta mujer resonaban muchísimo en mí sin entender el inglés, y me regaló una postal con su rostro. Y tiempo después, encontré su biografía y me la leí completa. La conozco y la escucho desde los veintitantos”.

La actriz comenta que este ha sido un año potente, ha interpretado en el teatro a Victoria Santa Cruz, ahora a Holiday, le practicaron hace poco una histerectomía (operación para extraer el útero), y es la primera vez, a sus 51 años, que vive completamente sola.

La veremos por cerca de catorce semanas encarnar a la diva trágica, de jueves a lunes por las noches, y llevará consigo su pequeño baúl de artilugios, siempre lista para salir a escena.