Jerusalén en disputa

El traslado de la embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén desató una ola de protestas palestinas. La respuesta de Israel dejó más de 60 víctimas esta semana. ¿Por qué la ciudad está en el centro del conflicto?,Jerusalén es una ciudad sagrada para judíos, musulmanes y cristianos. En ella se encuentra el Muro de los Lamentos judío, que rodea el lugar donde se erigió el primer templo de Jerusalén; el Domo de la Roca musulmán, de donde se dice que Mahoma ascendió al cielo; y también la Iglesia del Santo Sepulcro, donde Cristo fue sepultado y después resucitó de entre los muertos. Palestina reclama Jerusalén Este como la capital de su futuro Estado. Por su parte, Israel la considera su capital indivisible. Por ello la decisión de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, de reconocer en diciembre pasado a la ciudad como capital de Israel y trasladar el lunes último la embajada norteamericana allí ha desatado el conflicto. Solo en las protestas registradas esta semana en Gaza y Cisjordania se han contado más de sesenta muertos entre los manifestantes. Parte de ellos abatidos por francotiradores israelíes, un tema que será parte de una denuncia que presentará la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ante la Corte Penal Internacional de La Haya. Si se cuenta desde el 30 marzo ya son 110 las víctimas mortales. Los palestinos han calificado la decisión de Trump como un "acto hostil" contra el Derecho Internacional. Por el momento ninguna potencia, excepto Estados Unidos, reconoce a Jerusalén como capital de Israel. Y esta semana, en el Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, tuvo que escuchar la protesta de los miembros acerca de que el estatus de la ciudad debe resolverse en una negociación entre ambas partes. La respuesta de Estados Unidos e Israel ha sido que Hamas, que controla la franja de Gaza, utiliza a mujeres y niños como escudos humanos en sus protestas. No obstante, las voces críticas se reiteraron en el ámbito de la ONU, con especial énfasis contra Israel. El embajador francés, François Delattre, resumió el sentir general: “Israel tuvo una respuesta inadecuada y desproporcionada”. Problema histórico Jerusalén ha sido objeto de disputa a lo largo de los siglos. Fue conquistada y reconquistada numerosas veces. La historia dice que cuando en 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 para la partición de Palestina en un Estado judío y otro árabe, se pensó en considerar a Jerusalén como una entidad aparte, una ciudad internacional. El estallido de la guerra árabe-israelí en 1948 derivó en la división de la ciudad en dos partes: Jerusalén Este, bajo control árabe, y Jerusalén Oeste, en manos de Israel. Posteriormente, durante la llamada Guerra de los Seis Días, que ganó Israel, toda la ciudad quedó bajo control judío. Después de esto, el Parlamento judío aprobó una ley de protección a los lugares sagrado. Además, el gobierno israelí firmó un acuerdo con el Waqf islámico, una fundación religiosa musulmana que quedó a cargo de la administración de lugares sagrados como la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra el Domo de la Roca y la mezquita Al Aqsa. El primero de ellos fue construido sobre las bases del primer Templo de Jerusalén. "Judíos y musulmanes comparten vínculos antiguos y auténticos con Jerusalén. Es absurdo negarlo", cita la BBC al historiador Simon Sebag Montefiore, autor del libro Jerusalén, la biografía. Desde 1967, Israel ha tenido control sobre Jerusalén, pero su soberanía sobre ese territorio no ha sido reconocida internacionalmente. Incluso los países más cercanos a Israel mantienen sus embajadas en Tel Aviv y no en la ciudad sagrada. Sobre el status de la ciudad, Israel y Palestina vienen conversando desde los Acuerdos de Oslo, suscritos en 1993, y las negociaciones de Camp David de 2000. No llegaron a acuerdos y desde entonces nada se ha avanzado. El historiador Montefiore señala que "la paz no puede llegar hasta que Jerusalén sea reconocida como una parte legítima y auténtica de la narrativa histórica y de la herencia cultural de ambos. Debería ser y ya es en efecto la capital de Israel, pero no indivisible porque para alcanzar la paz también necesita ser la capital de Palestina". La apertura de la embajada norteamericana en Jerusalén, con presencia de Ivanka Trump y su marido Jared Kushner, enviados por el presidente norteamericano, no le hace ningún bien al proceso. Y tampoco el uso excesivo de la fuerza por parte de Israel. La mayoría de potencias han condenado las muertes y Trump, en esto, está solo.