“No vamos a ser una bancada fantoche”

GIlbert VioletaPresidente del partido Peruanos por el Kambio. Congresista por el mismo movimiento. Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Tiene estudios de posgrado en la Universidad de Salamanca.,Fue, sin duda, el parlamentario que mayor cercanía tuvo con Pedro Pablo Kuczynski. No en vano fue su asesor por una década y fundó, con él, Peruanos por el Kambio, el partido que lo llevó a la presidencia. Tras la crisis que desencadenó la renuncia presidencial y la toma de mando por parte de Martín Vizcarra, Gilbert Violeta se encuentra ante varios desafíos: cómo apoyar a un gobierno elegido en la misma plancha, pero que hoy coquetea con el fujimorismo; cómo mantener cohesionada la bancada de PPK; y qué hacer para fortalecer un partido que, desde sus siglas, dependía del hoy expresidente. PUEDES VER Mercedes Aráoz pide a Villanueva respetar el gobierno de Peruanos por el Kambio ¿Existe PPK (Peruanos por el Kambio) después de PPK? Claro que existe. Acabamos de tener elecciones internas y hemos elegido a cerca de 680 comités distritales. Tenemos más de 100 comités provinciales y 25 comités regionales. Ningún otro partido político tiene esa cantidad de autoridades políticas elegidas. Y no puestas a dedo, sino con elecciones a través de la ONPE. ¿Cuál es el ánimo de la militancia después de todo lo ocurrido? Es obvio que ha habido un golpe fuerte a la moral del partido con la renuncia del presidente Kuczynski y toda esta crisis política, pero también hay mucha conciencia sobre la necesidad de continuar nuestra batalla democrática y darle vida institucional al partido más allá del gobierno. PPK es un nombre que se asocia a un presidente que, sea cual sea la razón, terminó en un fracaso. ¿Evalúan cambiarlo? Es una posibilidad no descartada. Lo que es cierto es que el mismo presidente Kuczynski, en su momento, no estuvo de acuerdo con que utilicemos sus siglas para el símbolo del partido y él mismo nos pidió hacer ese cambio. Yo me imagino que ahora, habiendo ya terminado su gestión, hay que meditarlo con un poco de tranquilidad, conversarlo con los expertos… O sea, ¿irían a las municipales con otro nombre? Más que el nombre, hay una tendencia mayoritaria en el sentido de mantener el nombre, pero cambiar el símbolo. Antes de que se nombrara el gabinete Villanueva, usted dijo que temía demasiada presencia del fujimorismo. Ahora que ya se sabe quiénes son, ¿cuál es su evaluación? El gabinete está lleno de personas que todavía no sabemos cómo van a ir manejándose en sus respectivos sectores. Hay que darles un poco de aire para que nos puedan demostrar sus éxitos de gestión. Como lo ha pedido nuestra colega Mercedes Aráoz y varios otros colegas (es una posición de la bancada), nosotros hemos declarado democráticamente que vamos a apoyar al presidente Vizcarra, porque hemos sido elegidos junto con él en una fórmula política el 2016. ¿Hasta cuándo? Para nosotros la idea es apoyar al presidente Vizcarra todo lo que podamos, pero también somos conscientes de que debemos mantenernos muy vigilantes. Lo que no debería ocurrir es un copamiento de poder desde el fujimorismo. Entonces, cuando expresamos temor a esta exagerada presencia, lo hacemos por un principio fundamental: porque la democracia supone equilibrio de poderes y lo que no debería ocurrir es que una sola fuerza política termine siendo totalitaria en el ámbito público. Su colega Juan Sheput ha ido más lejos: él ha dicho que sí, que es evidente que hay un cogobierno fujimorista con Vizcarra... Él lo ha dicho a raíz de una declaración del señor Miguel Torres, quien dijo que él había sido consultado sobre los nombres para el gabinete. Nosotros, como voceros, hemos pedido una reunión con el presidente Vizcarra para conversar con él y que nos cuente un poco. Cuando tuvimos la reunión con él como bancada no nos dio ningún nombre. Para nosotros, el nombre (César) Villanueva no fue precisamente elogioso. Nos mostramos respetuosos de la decisión del presidente, pero dijimos que no nos causaba algarabía. ¿Qué significaría que se haya consultado la conformación del gabinete al fujimorismo y no a la bancada que llevó al poder a Vizcarra? Lo que hay que saber es si ha sido solo una consulta en términos de medir el grado de oposición que podrían tener los ministros o si es parte de un sistema de toma de decisiones que se comienza a instalar en el país. Si eso fuese así, nosotros no vamos a ser una bancada fantoche. No vamos a ser una bancada para el maquillaje político de parecer una bancada oficialista cuando en el fondo no lo somos. También usted ha mencionado que, a veces, pareciera que va a haber dos bancadas oficialistas… Sí, ¡o tres! Porque tienen a César Villanueva, que es parlamentario de la bancada de Alianza para el Progreso. Y al fujimorismo, porque el señor Becerril ha dicho que se ponen a disposición y la señora Luz Salgado salió defendiendo incluso a algunos ministros cuestionados. Esto parecería muy auspicioso para el país, porque antes, frente a este tipo de informaciones, ellos hubieran saltado al cuello a pulverizar a los ministros. Me parece, por un lado, bien en términos de país... ¿Y por otro lado? Por otro lado, en términos políticos, insisto en que hay que ir midiendo esta suerte de injerencia permanente del fujimorismo en la toma de decisiones del nuevo gobierno. Ahora, visto ese panorama, ¿quién sería la oposición? Aparentemente no hay oposición. Hay algunos militantes del Frente Amplio en el nuevo gabinete, Fuerza Popular ha dicho que apoyaría todas las decisiones del presidente Vizcarra, incluso han propuesto facultades delegadas, cosa que tampoco es mala idea para algunas cosas, como en materia de reforma electoral. De hecho, yo le quiero plantear al presidente Vizcarra que, lanzada la propuesta de Fuerza Popular, pidamos facultades delegadas para legislar la reforma del sistema electoral que el Parlamento nunca quiso hacer y que me parece uno de los temas claves de este nuevo tiempo. ¿Qué tendría que pasar con el gobierno de Vizcarra para que ustedes piensen que amerita quitarle el apoyo como bancada? Bueno, las posiciones políticas. En principio, esperamos que se cumpla lo que el presidente Vizcarra nos dijo en la única reunión que hemos tenido hasta el momento: que, más allá del cambio de presidencia, sea una continuidad del gobierno de Peruanos por el Kambio como tal, lo cual supone la defensa de una propuesta de campaña en la que teníamos ejes fundamentales: la formalización y crecimiento de la economía, el desarrollo de infraestructura de agua y saneamiento y las políticas sociales de lucha contra la pobreza. Viendo ya este gabinete, ¿piensa que el gobierno puede ir por ahí? Yo espero que sí. También creo que hay gestos políticos que hay que valorar. Por ejemplo, tenemos un premier que pertenece a otro partido político, el señor César Villanueva, con el que, más allá de sus cualidades personales y profesionales, hemos mostrado alguna discrepancia en términos personales, porque ha tenido algunas declaraciones de crítica al gobierno anterior, lo cual es muy poco elegante. Claro, él fue partidario de la vacancia. Más allá de que haya sido partidario de la vacancia, lo cierto es que el presidente Vizcarra también ha sido Ministro de Transportes y Comunicaciones (de PPK) y ha tenido una participación en la toma de decisiones. El ministro Edmer Trujillo ha sido el Ministro de Vivienda y Saneamiento. En consecuencia, son personas que han participado en la gestión. Lo que me está diciendo es que Villanueva está en un gobierno al que antes criticó... A mí me parece que hay que hacer un llamado de atención en relación al premier Villanueva, porque él no puede desconocer y lanzar críticas sin ningún tipo de fundamento. Creo que es muy importante, para que haya una relación de colaboración permanente entre la bancada y el gobierno, que no haya este tipo de declaraciones que no hacen bien a una relación sana de ambos poderes. ¿Y cómo está la bancada en términos de cohesión: tienen una posición homogénea en este sentido? El retorno de (Carlos) Bruce y Mercedes Aráoz, además de Ana María Choquehuanca, al haber estado ellos en una experiencia ejecutiva, les da un poco más de experiencia y la bancada se fortalece en términos de números y de presencia política. Yo diría que la bancada en general se ha mostrado bastante cohesionada y bastante uniforme. ¿Pero es homogénea en su posición frente al gabinete Villanueva y los reparos que usted tiene? Mira, las críticas, que no han sido muchas sino puntuales, han sido más bien de colectivo, como grupo, como bancada. No ha habido una posición individual... Siempre se respetan las posiciones individuales, dicho sea de paso. Todos tenemos un margen para expresar una opinión individual. ¿Qué tanto coincide usted con la postura de Juan Sheput? Porque él sí está frontalmente en la oposición. Incluso se ha hablado de que renunciaría. Creo que sus preocupaciones son muy válidas, pero yo preferiría conversar con el presidente Vizcarra antes de tomar una posición más en línea con lo que Juan ha expresado con firmeza. Una cosa que llamó mucho la atención de la toma de mando del hoy presidente Vizcarra es que no hubo una sola referencia al ex presidente PPK. ¿Debió hacerlo? Yo creo que habría sido un bonito gesto que haya unas palabras hacia el presidente Kuczynski. El presidente Kuczynski y la gente que ha participado en su gobierno es gente que ha intentado hacer las cosas bien por el país. Las circunstancias políticas y la confrontación con este Parlamento no lo han permitido. Y de ligarse Vizcarra con el fujimorismo, ¿sería una traición al gobierno que lo llevó al poder? Más que una traición, yo diría que no sería una cosa apropiada para el equilibrio de poderes que requiere la democracia. Yo quiero acá diferenciar una cosa: el Perú sí necesita un pacto por la gobernabilidad, y ese pacto tiene que ser promovido desde el Ejecutivo con todas las fuerzas políticas, y esperemos también esté suscrito por el fujimorismo. Pero eso es diferente a un cogobierno... Exactamente. Lo digo para diferenciarlo de un cogobierno o de un entendimiento soterrado bajo la mesa. Eso sí definitivamente nosotros no lo admitiríamos. Lo que creemos es que el Perú requiere un pacto y ese pacto tiene que ser transparente y de cara a la ciudadanía, abierto a todo el mundo. ¿Qué le dice su olfato político sobre el hecho de que quien lanzara entusiastamente a Vizcarra como presidente fuera la propia Keiko Fujimori? Creo que el hecho de que haya terminado siendo ella la promotora de la vacancia y luego la renuncia del presidente Kuczynski es la mejor demostración de la poca voluntad política que existió en el Parlamento para trabajar coordinadamente con el gobierno. ¿Podría darse el caso de que Peruanos por el Kambio pasara a la oposición si es que una alianza Vizcarra-fujimorismo se hiciera muy evidente? Lo que no podemos ignorar son las circunstancias que dieron lugar a la salida de Kuczynski y al ingreso de Vizcarra. Juan Sheput ha dicho en alguna entrevista que esto parecería haber sido un complot. Esperemos que no, porque si se llegase a demostrar que esto fue así, entonces está claro que no podríamos ser parte de eso. Nosotros preferimos primero agotar nuestro diálogo democrático con el presidente Vizcarra, tratar de ayudarlo en lo que podamos, pero si las circunstancias políticas no nos permiten trabajar a su lado, tenemos que tomar nuestra propia decisión. Usted ha sido asesor de PPK desde antes de Peruanos por el Kambio y lo conoce bien. ¿Hay alguna duda sobre si se quedará en el país a afrontar sus cargos? Mira, cuando nosotros le preguntamos si él tenía interés de salir del país, dijo “de ninguna manera”. Él nos aseguró que quería quedarse en el país para demostrar su inocencia en las imputaciones de las que había sido víctima y limpiar su nombre y su honor.