De vender menú en Chiclayo a ser la primera mujer en el mundo en liderar su categoría en pesas

Shoely Mego, a sus 24 años de edad, es una de las deportistas más destacadas de Perú. Nacida en Bagua, Amazonas, tuvo que dejar su tierra natal para buscar un futuro mejor. Desde niña empezó a trabajar vendiendo menú y correas; sin embargo, su vocación finalmente fue el deporte. Hoy en día, es reconocida por convertirse en la primera mujer y la primera peruana en ser la número uno del mundo en la categoría 55 kg en levantamiento de pesas. También es la primera mujer en ganar una medalla en un mundial de mayores y la primera en estar en un podio de Panamericano Absoluto.

Shoely ha llegado lejos gracias a su perseverancia, pues atravesó diversas dificultades a lo largo de su carrera deportiva, la cual inició cuando era niña.

Niñez de Shoely

La deportista, desde pequeña, se ganó la vida en diferentes trabajos, pues no tenía los recursos económicos suficientes y quería estudiar.

"Yo empecé a trabajar. Creo que fue a la edad de 10 años, 11 años, porque yo conocí las pesas a mediados del 2012. Entonces, yo, antes de esto, trabajaba vendiendo correas y también trabaja ayudándole a mi tía. Me iba solita a esa edad (a los 11 años) al mercado Modelo en Chiclayo. Tomaba un colectivo e iba sola. Era más tranquilo, porque ahora sí es bastante peligroso mandar a los niños así nomás a calle", comentó.

Además de dedicarse a la venta ambulatoria, también vendió correas poco antes de iniciar en el mundo de las pesas.

"Y a esa edad yo ayudaba a mi tía vendiendo menú, yo repartía los menús en táperes en una galería y también cuando ya nos desocupábamos vendía bodoques, gelatina; igualmente, estudiaba. Antes de iniciar con las pesas, estaba trabajando vendiendo correas y a la vez estudiaba", señaló.

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Prácticamente, fue la suerte la que decidió que Shoely conociera el levantamiento de pesas, puesto que conoció este deporte por mera coincidencia.

"Mi amiga me dice que la acompañe al estadio Elías Aguirre. No sabía nada, pero me dijo que la habían invitado y yo la acompañé. 'Me han invitado unos entrenadores búlgaros de otro país', dijo, y yo solo quería ir por curiosidad. Entonces ahí es donde los entrenadores me ven a mi amiga y a mí y nos hacen hacer unas pruebas de saltos, agarrar la barra, el primer día nomás. Mi entrenador Iván, que es búlgaro, me echó el ojo, se puede decir, y me dijo que vaya a practicar ese deporte", comentó.

Gracias a la insistencia de su entrenador, Shoely pudo empezar a entrenar, pues en aquella época ella no imaginaba que tendría tantos logros en este deporte.

"Iván me comenzó a buscar bastante. Se iba al colegio a preguntar. Creo que hasta una vez fue a mi casa. Me buscaron por mi barrio, así de insistentes. Yo no hacía caso, no quería ir ahí. Entonces, deciden hablar con mis papás para que me vaya a practicar el deporte. Como ellos también sabían que yo vivía en un barrio normal y sin muchos recursos… Dijeron que yo tenía muchas condiciones, que podría también salir adelante en el deporte, porque esto te ayuda a ver otro mundo. Es ahí donde mis papás primero tenían miedo, porque pensaban que eran unos que llevan a niñas a otros países para vender sus órganos", contó.

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Shoely ingresa a la selección de levantamiento de pesas

La pesista mostró su talento en las pesas ni bien ingresó a la selección, por lo que tuvo total apoyo del Instituto Peruano del Deporte (IPD).

"Hablan con mis papás para que me apoyen para entrar a la selección el próximo año, o sea, para el año 2013. Y así fue. Ingresé a la selección en el 2013. Tuve que competir en un nacional a fines del 2012 y, como cogí medalla, con eso me ayudaron a entrar a la selección (…). Entrar a la selección no es fácil, pero, como yo también logré medalla nacional en tan poco tiempo entrenando, entonces decidieron apoyarme", declaró.

Pero no siempre fue todo color de rosa, ya que, si bien Shoely tenía talento y disciplina, su salud le jugó en contra.

"Mi deporte es muy muy duro, muy sacrificado. Un deporte de alto rendimiento sí es muy sacrificado. Yo creo que cualquiera se hubiese rendido porque para mí no ha sido fácil. Destaco mucho la medalla mundial que gané el año pasado. Para lograr esa medalla, sí me costó bastante. En el 2016, mi papá murió de cáncer y ahí mismo me operaron la rodilla izquierda a la edad de 16 años. Entonces, decidí seguir entrenando. Tenía la esperanza de lograr una medalla mundial sub-17, pero por la operación de la rodilla, la lesión de los meniscos, no pude", indicó.

Los problemas de salud siguieron y, tras la pandemia, su situación tampoco mejoró.

"No pude entrenar por un tiempo. Y, bueno, seguí en 2020, estaba en vía de clasificación a Tokio y vine a una concentración a Colombia y tuve una lesión, que fue la luxación de codo. Se me salió el codo entrenando. Luego vino pandemia en 2020 y ya se hacía menos para poder clasificar a las Olimpiadas. Me operaron en septiembre, a fines de año y ya era casi imposible lograr la clasificación, estuve a punto", detalló.

Shoely estuvo a punto de tirar la toalla debido a los problemas físicos que padecía.

"En 2021, después de competir en un Panamericano, conseguí la primera medalla de bronce en mayores. De ahí esperaba la clasificación, pero la rodilla me dolía, se me trababa. No logré clasificar. Me saco una resonancia y sale que mi menisco estaba roto y después me operaron. Me desanimé bastante, me perdí competencias. Es feo que te operen. Esa última fue la peor porque yo sentía, en el momento de la operación, el dolor, lo que me estaban operando, y yo no quería volver a pasar otra cirugía. Quería irme, retirarme", dijo.

No obstante, tras la insistencia de sus entrenadores, Shoely se volvió a sacar una resonancia y no había un daño grave en su rodilla, y hasta la fecha continúa sana.

Shoely, próximamente, viajará a Arabia Saudita para participar en el Mundial de Mayores. Luego volverá a Colombia para continuar entrenando para los Juegos Panamericanos en Chile. Sin embargo, su principal objetivo es la clasificación a los Juegos Olímpicos París 2024. Asimismo, brindó un consejó para los jóvenes deportistas que recién inician su carrera:

"Deben tener mucha constancia, mucha disciplina, no solo en el levantamiento de pesas, sino en cualquier deporte o en cualquier cosa que hagan, y hacerlo con mucho amor", finalizó.

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