Toque de queda en 40 ciudades de Estados Unidos y efectivos de la Guardia Nacional activados en 15 estados del país. Una estrategia del Gobierno de Donald Trump para frenar el galope de la turbamulta que enardece –con piedras, pancartas y demás objetos en mano- por el cruel asesinato del norteamericano George Floyd.
Es en estas protestas en las que vuelve a la memoria el nombre de Colin Kaepernick, considerado por algunos como el ‘Muhammad Alí’ de la reivindicación de los derechos de las personas afrodescendientes del presente siglo. Y es protagonista de una historia bañada en fustigación.
Era el 26 de agosto de 2016 cuando los San Francisco 49ers recibía en casa a los Green Bay Packers por la NFL. El himno nacional de Estados Unidos hizo vibrar las gradas. Todos de pie, excepto Colin Kaepernick.
El hecho es una forma de protesta contra una serie de muertes de ciudadanos afroamericanos protagonizado por policías del país ese mismo año.
Su decisión sin precedentes fue el génesis del movimiento estadounidense ‘Black Lives Matter’. “No voy a levantarme para mostrar mi orgullo por una bandera de un país que oprime a la negra y de color”, sustentó el entonces jugador de la NFL. Portadas deportivas, críticas, comentarios plausibles y un paso más por la lucha por la igualdad.
En el siguiente partido repitió la escena, ya no por el asesinato de los hombres de color, sino en honor a los soldados que pelearon por Estados Unidos. Así nace su reconocida pose –en la que hinca su rodilla en el suelo- que ha repetido en todos los partidos de la temporada.
Acabó una temporada irregular para él, culminó su contrato con el equipo de San Francisco y quedó libre, pero con un impacto en la liga descomunal –los índices de audiencia cayeron un 8 % por protestas que suponían un tercio de sus seguidores y que fueron encuestados.
Colin Kaepernick
En ese mismo año, Colin Kaepernick fundó ‘Know Your Rights Camp’ (Campamento conoce tus derechos, por sus siglas en inglés), destinado a jóvenes para discutir temas de historia americana, empoderamiento y derechos humanos.
En 2018, Nike lo hizo protagonista de la campaña ‘Believe in something. Even if it means sacrificing everything’. Un año más tarde, lideró las protestas para que la marca retire las Air Max 1 Quick Strike Fourth of July, zapatillas que conmemoraban la independencia de Estados Unidos con la bandera de Betsy Ross. Así, Nike retiró el modelo, pues el jugador consideró que el estandarte representaba la esclavitud.