Elvira de la Fuente desempeñó un rol muy importante durante la Segunda Guerra Mundial. La peruana, que cambió su primer apellido por el segundo para no ser descubierta por los nazis, evitó la destrucción de Londres con armas químicas. La aristócrata ayudó a proteger a los británicos mediante un plan que consistía en engañar a los alemanes al hacerles creer que los ingleses contraatacarían Berlín con armas mucho más poderosas.
Los secretos de la peruana, también conocida como la agente Bronx por los británicos, fueron descubiertos en 2011. Tras ello, la vida de Elvira de la Fuente ha sido expuesta en libros que retratan su participación crucial en la II Guerra Mundial para salvar a Londres, en 1943.
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La vida de Elvira Concepción Josefina de la Fuente Chaudoir se ha podido conocer mediante el libro “Los secretos de Elvira”, que fue escrito por el periodista Hugo Coya. El ejemplar revela que la nacida en Lima fue hija de un diplomático muy adinerado, quien exportaba guano al mundo cuando era muy valorado como fertilizante para las tierras agrícolas.
De la Fuente estudió en los mejores colegios de París y formó parte de la élite aristócrata de Francia. En 1940, el ingreso de alemanes a tierras francesas sorprendió a la peruana, quien escapó con su amiga a Inglaterra. El dinero escaseó y empezó a buscar trabajo, pero nadie apostaba por ella. La joven de 29 años contaba con el perfil adecuado para ser reclutada por el MI6, el servicio de inteligencia exterior del Reino Unido.
Elvira de la Fuente fue reclutada doblemente por británicos y alemanes durante la II Guerra Mundial. Foto: Historia con Favians
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En aquel entonces, la aristócrata contaba con pasaporte peruano, el cual le permitía ingresar a cualquier país ocupado por nazis. Al provenir de un país neutral, nadie podría sospechar de ella. Por eso, la MI6 la envió a Francia con la esperanza de que los alemanes la reclutaran como espía y se le atribuyó el éxito del Día D, en 1943, suceso en el que murieron miles de soldados en el desembarco de Normandía.
Tras ello, los alemanes le pidieron a Elvira de la Fuente informar cuáles eran los puntos estratégicos de Londres para lanzar cohetes V2; sin embargo, los ingleses montaron un plan de engaño al hacerles creer que sus defensas eran vulnerables y qué zonas podrían ser golpeadas con fuerza, pero al ser los lugares incorrectos, los nazis no lograron su objetivo y solo se registraron algunos muertos del ejército británico.