La Justice League de Zack Snyder llegó a HBO Max para mostrar las ideas originales que tenía el director para el Universo Extendido de DC. La historia, personajes y migajas para las secuelas sorprendieron a los fans. Sin embargo, hubo un detalle que causó extrañeza por encima de todo.
Se trata del formato cuadrado que tuvo el largometraje; algo muy diferente al panorámico con el que están acostumbrados los espectadores desde hace varias décadas. Al respecto, el director ya había aclarado el por qué tomo esta decisión durante la Justice Con.
“Mi plan inicial era que toda la película se desarrollara en un gigante 1:43 en una gigante pantalla IMAX. Los superhéroes, como figuras, tienden a ser menos horizontales, con la posible excepción de Superman cuando está volando”, explicó inicialmente.
“Pero cuando está de pie, es más vertical. Todo está compuesto y rodado de esa manera, y gran parte de la restauración trata de recuperar eso. Volver a estos grandes cuadros. Es una estética completamente diferente, con una calidad distinta y poco habitual. Nadie está haciendo eso”.
Decidido a garantizar que el último sacrificio de Superman (Henry Cavill) no fuera en vano, Bruce Wayne (Ben Affleck) une fuerzas con Diana Prince (Gal Gadot) con planes de reclutar un equipo de metahumanos para proteger al mundo de una inminente amenaza de proporciones catastróficas.
La tarea resulta más difícil de lo que Bruce imaginaba, ya que cada uno de los reclutas debe enfrentarse a los demonios de su propio pasado para trascender lo que los ha frenado, permitiéndoles unirse y finalmente formar una liga de héroes sin precedentes.