Un estudio subido a la plataforma digital de la revista Microbiology Spectrum califica a la prueba PCR para diagnosticar coronavirus, recogida con un hisopo que recorre las secreciones nasofaríngeas (NP), como el método estándar de oro actualmente aceptado. “Esta elección es consistente y se basó en parte en la experiencia con otros patógenos respiratorios, como los virus de la influenza”, se explica.
Investigadores de diversos departamentos científicos del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC), en Massachusetts (Estados Unidos), demostraron que las pruebas para detectar COVID-19 por intermedio de la saliva consiguieron hacerlo en el 93% de las infecciones, es decir; son comparables con las muestras tomadas con hisopos NP.
Los científicos recolectaron 385 pares de muestras hechas en individuos que se presentaron para una evaluación inicial donde analizaron ambas opciones de pruebas para encontrar indicios de COVID-19.
“La nasofaringe tiene el inconveniente de requerir personal de atención médica experimentado para realizar la recolección de muestras, y dicho personal es crónicamente escaso”, aseveraron los autores del trabajo, en primer lugar.
Más adelante, añadieron: “La saliva tiene la ventaja de no requerir ni personal capacitado ni un hisopo, lo que la convierte en una alternativa atractiva a las pruebas de NP y/o hisopos nasales. (...) La saliva se puede recolectar por sí misma usando solo un recipiente estéril (se les pidió 3 ml del fluido a los participantes de habla inglesa), lo que lo hace apto para la recolección en el hogar o fuera del sitio”.
Según el manuscrito citado líneas atrás, la detección de virus respiratorios a través de la saliva “se había demostrado antes de la actual pandemia de coronavirus SARS-CoV-2″ en dos estudios de expertos chinos en 2018 y 2019.
Las limitaciones que complican la recolección, de acuerdo con las descripciones del estudio, incluyen el abstenerse a comer, beber o fumar antes de aplicarse una muestra por las mañanas. Los únicos desajustes en los resultados se produjeron cuando la carga viral de la saliva era baja, algo clínicamente menos preocupante.
“Hemos demostrado que el uso de saliva para la detección molecular del SARS-CoV-2 es factible y práctico, dados los contenedores de recolección de muestras adecuados y los protocolos de transporte y procesamiento”, recalcaron los expertos.