Un equipo de expertos de la Escuela de Ingeniería Molecular Pritzker (PME) en la Universidad de Chicago sumó esfuerzos para desarrollar ‘nanotrampas’ cuya misión será capturar al coronavirus dentro del cuerpo humano, estimulando al sistema inmunológico para lograr destruirlo en un segundo paso.
El novedoso hallazgo se ha publicado en la revista científica Matter.
“Las ‘nanotrampas’ integran ingeniería de proteínas, inmunología y nanotecnología, y son efectivas, biocompatibles, seguras, estables y factibles para la producción en masa”, aseguran los investigadores Min Chen, Jun Huang, Jillian Rosenberg y sus demás colegas.
Según el estudio especializado, esta alternativa científica contra el coronavirus, caracterizada por su flexibilidad, tendría la posibilidad de formularse en un aerosol nasal o inhalador, como un líquido oral u ocular, o inyección subcutánea, intramuscular o intravenosa. Además, en teoría, se usarían contra las variantes del nuevo coronavirus.
Con compuestos químicos aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), agencia del Gobierno de los Estados Unidos, las nanopartículas miden menos que una célula; por ese motivo, pueden llegar a infiltrarse en muchas áreas del cuerpo.
Por su parte, Jun Huang dijo que, durante toda la pandemia, su equipo ha estado trabajando en esta forma de enfrentar la COVID-19, y afirmó que realizaron pruebas rigurosas para demostrar la funcionalidad de esta propuesta.
El conjunto de expertos sostiene que el SARS-CoV-2 utiliza una proteína llamada ACE2 cuando se adhiere a las células humanas. Entonces, con el objetivo de crear una trampa, los científicos diseñaron nanopartículas de la citada proteína, así como anticuerpos neutralizantes.
Luego, probaron ese sistema contra un modelo de virus que no se replica y tuvieron éxito. Las trampas, de igual manera, fueron usadas en un par de pulmones donados que se mantienen vivos a través de un ventilador y los resultados también han sido alentadores.
“Se modula fácilmente. Podemos cambiar diferentes anticuerpos o proteínas o apuntar a diferentes células inmunes, según lo que necesitemos con nuevas variantes”, mencionó Jill Rosenberg, estudiante de posgrado que participó como codirectora del proyecto.
Las ‘nanotrampas’ pueden almacenarse en equipos de congelamiento comunes y darán la oportunidad de crear un modo terapéutico contra la COVID-19.