La capa de hielo de Groenlandia se derrite actualmente más rápido que hace unos años porque no solo se está derritiendo en la superficie, sino también bajo el agua.
Investigadores del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina (AWI), en Alemania, ahora han encontrado una explicación para el derretimiento intensivo en la parte inferior del hielo, que publican en la revista ‘Nature Geoscience’.
El hielo de Groenlandia ahora se está derritiendo siete veces más rápido que en la década de 1990, un descubrimiento alarmante, ya que el cambio climático probablemente intensificará esta fusión (derretimiento) en el futuro, haciendo que el nivel del mar aumente más rápidamente.
El hielo se derrite en la superficie porque está expuesto al Sol y al aumento de las temperaturas. Pero ahora también ha comenzado a derretirse desde abajo, incluso en el noreste de Groenlandia, que alberga varias ‘lenguas de hielo’.
Cada lengua es una franja de hielo que se ha deslizado hacia el océano y flota en el agua, sin desprenderse del hielo terrestre. La lengua de hielo más larga, parte del Glaciar 79° Norte, tiene una enorme longitud de 80 kilómetros. En los últimos 20 años, ha experimentado una drástica pérdida de masa y espesor porque se ha estado derritiendo no sólo en la superficie, sino también y especialmente desde abajo.
Glaciar 79 Norte de Groenlandia, que se ha sufrido una drástica pérdida de hielo en los últimos 20 años. Foto: Richard Jones.
Un equipo dirigido por la oceanógrafa doctora Janin Schaffer, del Instituto Alfred Wegener (AWI) ha identificado la fuente de esta intensa fusión bajo el agua.
Las conclusiones de su estudio son particularmente inquietantes porque el fenómeno de fusión que descubrieron no es exclusivo del Glaciar 79° Norte, lo que significa que podría producir efectos similares en otros lugares.
Los investigadores llevaron a cabo el primer estudio extenso con barcos en el fondo del océano cerca del glaciar, que reveló la presencia de una depresión de dos kilómetros de ancho, desde cuyo fondo se canaliza directamente hacia el glaciar agua comparativamente cálida procedente del Atlántico.
En el curso de un análisis detallado del canal, Janin Schaffer descubrió que el agua que fluye sobre el fondo marino tiene que superar una especie de joroba. Luego, el agua se desliza por la parte posterior y llega debajo de la lengua de hielo.
Ubicación del Glaciar 79° Norte. Foto: Research Gate.
Gracias a esta aceleración de la masa de agua tibia, grandes cantidades de calor del océano fluyen más allá de la lengua cada segundo, derritiéndola desde abajo. Para empeorar las cosas, la capa de agua tibia que fluye hacia el glaciar se ha vuelto más grande: medida desde el fondo marino ahora se extiende 15 metros más alto que hace unos años.
“La razón de la fusión intensificada ahora está clara. Debido a que la corriente de agua tibia es mayor, ahora hay mucho más calor debajo de la lengua de hielo”, apunta Schaffer.
Para determinar si el fenómeno solo se manifiesta en el glaciar 79° Norte o también en otros sitios, el equipo investigó una región vecina en la costa este de Groenlandia, donde otro glaciar, el Zacharia Isstrom, se adentra en el mar, y donde un gran la lengua de hielo se había desprendido recientemente del continente.
Trabajando desde la superficie de un témpano de hielo, los expertos midieron la temperatura del agua cerca del fondo del océano. Según Schaffer, “las lecturas indican que aquí también una barrera batimétrica cerca del fondo marino acelera el agua tibia hacia el glaciar. Aparentemente, la fusión intensa en la parte inferior del hielo en varios sitios en Groenlandia se produce en gran medida por la forma del fondo marino”, añade.