Un hombre cargado con explosivos murió este miércoles después de tratar de ingresar en el Supremo Tribunal Federal de Brasilia, en un ataque fallido menos de dos años después de una asonada contra el presidente Lula en el mismo lugar.
"Primero hubo la explosión" de un auto. Después, "un ciudadano se aproximó al Supremo Tribunal Federal, intentó entrar, no lo logró y ocurrió la explosión en la puerta", dijo en conferencia de prensa la gobernadora en funciones de Brasilia, Celina Leao.
La información preliminar es que fue un "suicidio", agregó Leao, quien aseguró que por ahora no es posible determinar la identidad de la persona porque el cuerpo "todavía tiene artefactos encima".
"Confiamos en que sea un lobo solitario", agregó.
Las explosiones, que se produjeron en un intervalo muy breve hacia las 19H30 locales (22h30 GMT), no dejaron ningún herido.
La sede del Supremo Tribunal Federal está en la Plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran también el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, y el Congreso.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ya había salido de Planalto en el momento de las explosiones, dijo a la AFP un portavoz de la presidencia.
"Estaba en la parada y el hombre pasó (...) De la nada simplemente escuché un ruido, miré hacia atrás, en el momento del ruido, y salió fuego y humo. Llegaron los guardias de seguridad del STF", relató a medios locales Laiana Costa, funcionaria administrativa del Tribunal de Cuentas de la Unión.
El sargento Rodrigo Santos explicó por su parte que varios agentes estaban haciendo una ronda cuando vieron un auto en llamas, con humo.
"El individuo salió corriendo del interior del vehículo". Esta fue la misma persona que después murió, confirmó a medios locales.
El auto tenía "una especie de bomba, varios explosivos fraccionados, atados con ladrillos", agregó el sargento, que contó que personal del Congreso salió con extintores y ayudó a apagar el fuego.
La corte suprema dijo en un comunicado que "al final de la sesión (...) dos fuertes estruendos se escucharon y los ministros fueron retirados con seguridad del edificio".
El palacio presidencial fue cerrado y toda la zona cercada, mientras un gran despliegue de seguridad se desarrolló en la zona, constató un fotógrafo de la AFP.
La Policía Federal informó que abrió una investigación para esclarecer el origen de "los ataques", que se registraron al caer la tarde.
Las sedes de los poderes en Brasilia fueron escenario de una asonada el 8 de enero de 2023, una semana después de la vuelta al poder de Lula tras derrotar en las urnas al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Miles de bolsonaristas, disconformes con la derrota de su líder, asaltaron entonces los edificio causando graves destrozos.
Los actos del 8 de enero "fueron muy relevantes, muy significativos, tristes también, obviamente cambiaron todos los patrones de seguridad de todos los poderes, de todos los edificios de los tres poderes", dijo el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
Entre varias investigaciones sensibles, el poderoso juez del supremo Alexandre de Moraes lidera la del presunto intento de golpe.
Moraes también mantuvo suspendida en Brasil la red social X, del magnate Elon Musk, durante 40 días en represalía a la negativa de la plataforma de cumplir órdenes judiciales contra la desinformación.
Las explosiones de este miércoles tuvieron lugar antes de que Brasil acoja la cumbre de líderes del G20 en Rio de Janeiro, los próximos 18 y 19 de noviembre.
El día 20, Lula tiene previsto recibir en Brasilia a su par chino, Xi Jinping.
bur-ll/app/cjc
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