El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigirá este jueves a la nación con la promesa de un traspaso de poder pacífico a Donald Trump, tras el holgado triunfo del republicano frente su rival demócrata Kamala Harris.
El presidente hablará desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca a las 11H00 horas (16H00 GMT) sobre "los resultados electorales y la transición" hacia un segundo mandato del magnate inmobiliario.
Biden, de 81 años, abandonó la carrera para buscar su reelección en julio y entregó la posta a su vicepresidenta tras realizar un debate desastroso.
El presidente, al parecer, va a distanciarse del estilo de Trump, quien jamás ha aceptado su derrota en las presidenciales del 2020, una actitud que culminó con el asalto al Capitolio estadounidense del 6 de enero de 2021 por parte de una turba de seguidores del republicano.
Con la cantinela del fraude electoral, desmentido por las autoridades y la justicia, Trump también se negó a asistir a la toma de posesión de Biden.
La Casa Blanca dijo que Biden habló con Trump el miércoles y le "expresó su compromiso de garantizar una transición sin problemas y destacó la importancia de trabajar para unir al país".
El presidente también invitó a su predecesor y ahora también sucesor a reunirse en la Casa Blanca, a pesar de su larga historia de amarga animosidad.
El portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, dijo que el republicano "espera con interés la reunión, que tendrá lugar en breve, y agradeció mucho la llamada".
Será la primera vez que se ven las caras desde junio, en el debate que sepultó las posibilidades del presidente de buscar cuatro años más en la Casa Blanca.
Estados Unidos y el mundo se enfrentan a un panorama político radicalmente diferente con la contundente victoria de Trump, de 78 años.
Los votantes estadounidenses avalaron las políticas de extrema derecha del republicano y castigaron la trayectoria de Biden y Harris, especialmente en materia de economía e inflación, según los sondeos.
Los líderes mundiales se comprometieron rápidamente a trabajar con Trump, a pesar de la preocupación en gran parte del planeta por su enfoque nacionalista, sintetizado en el eslogan "Estados Unidos primero", y sus promesas proteccionistas como el aumento radical de aranceles a algunas importaciones, especialmente a la chinas y mexicanas.
El presidente de China, Xi Jinping, dijo que Pekín y Washington deben encontrar una manera de "llevarse bien" y pidió lazos bilaterales "estables".
Mientras se conocen las líneas maestras del programa del republicano, poco se sabe sobre quiénes integrarán el equipo que le acompañará en este nuevo mandato.
Apenas se han deslizado los nombres de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y excéntrico empresario, y Robert F. Kennedy Jr., un reconocido antivacunas.
El equipo de transición de Trump dijo el miércoles que "en los próximos días y semanas" el presidente electo seleccionará a las "mejores personas".
Este nuevo mandato, y gracias al fuerte apoyo logrado en las urnas, promete ser más libre de trabas. Libertad con la que el republicano parece que dará un giro radical a las políticas de Biden.
Sobre la mesa está poner fin a la ayuda militar de miles de millones de dólares que el actual presidente ha destinado desde 2022 a Ucrania para defenderse de la invasión rusa.
Trump ha sugerido varias veces que presionará a Kiev para que haga concesiones territoriales al presidente ruso, Vladimir Putin, un hombre al ha elogiado sin tapujos, y así poner fin al conflicto.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, habló con Trump el miércoles para felicitarle e instarle a una "paz justa".
Con la vuelta del republicano a la Casa Blanca, también las políticas climáticas darán un giro de 180 grados, o simplemente desaparecerán.
Como negacionista del cambio climático, parece estar dispuesto a desandar todo lo que anduvo Biden en este campo.
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