Monumento arquitectónico data del siglo XVII y conserva auténticas joyas del arte religioso., Gunther Félix / Revista Rumbos Sus puertas talladas a mano se abren con lentitud. Hechas de madera, su apariencia denota antigüedad y son el preámbulo perfecto para un viaje al Perú colonial, la última barrera para ingresar al templo de la comunidad campesina de Pachangara que ha sido testigo de incontables fiestas religiosas y patronales. PUEDES VER: Piura: la ancestral cerámica de Chulucanas Detalles del pasado en el templo colonial de Pachangara. Foto: Ángel Chávez Remodelada en su fachada, la iglesia es en su interior un refugio del ayer. Su amplia infraestructura -carcomida por el tiempo- conserva imágenes que develan la evangelización virreinal, como la pieza de arte religioso en la que se aprecia, de forma didáctica, la vida, pasión y muerte de Cristo. Plegarias de siglos Patrocinio Rosales cuenta los secretos de la iglesia. Foto: Ángel Chávez El responsable de la iglesia y fiscal de la comunidad campesina, Patrocinio Rosales, refiere que esta ‘joya histórica’ ha sido y es un importante centro religioso, donde se realizan las misas durante las fiestas patronales. “En julio celebramos a nuestra patrona, la Virgen María. Hacemos dos días de misa y dos días de procesión”, cuenta una de las fiestas que se realizan en Pachangara. Patrocinio recuerda que hace un tiempo llegaron estudiantes de una universidad de Huacho. Ellos sentenciaron, después de varios estudios arqueológicos, que la iglesia data del siglo XVII. Según él, los mismos estudiantes se llevaron varios libros a fin de ‘protegerlos’. Pero esa es otra historia. Altar de ángeles Altar artístico de aires coloniales. Foto: Ángel Chávez En medio de la iglesia se alza un gigantesco altar que alberga pequeños ángeles, vírgenes y otras figuras del reino de los cielos. En esta inmensa obra de arte, los comuneros colocan velas para iluminar la misa. Pero no es la única pieza interesante. Aquí quedaron algunos muebles de la época virreinal, así como una antigua indumentaria sacerdotal, utilizada durante los años de la evangelización de los indios. Entre tantas figuras católicas e infraestructuras deterioradas, un órgano viejo se roba las miradas de los invitados. El instrumento no funciona, pero su recuperación está dentro de los proyectos de la comunidad. “El órgano sonaba con la fuerza del aire. Para eso se necesitaba de dos personas: uno bombeaba la máquina y el otro tecleaba”, dice Patrocinio, revelando los secretos de esa reliquia musical de más de dos metros de altura. Si luego de visitar el templo de la comunidad campesina de Pachangara (Oyón), escucha un sonido portentoso, no se confunda. No proviene del órgano, es el claxon de los buses que llaman a los pasajeros para regresarlos a Churín, la capital del distrito. Cosas que pasan. Se cierran las puertas. Es tiempo de retornar. El dato La iglesia no cuenta con un párroco perenne. En cada festividad, un religioso de Churín visita el pueblo para oficializar la misa.