La posible construcción de un desembarcadero pesquero artesanal en Cerro Azul (Cañete, Lima Provincias), genera preocupación entre los pequeños empresarios turísticos de la zona y los surfistas que disfrutan de las olas de este balneario tradicional., Luis Pérez / Revista Rumbos Desde tiempos inmemoriales la pesca fue la actividad principal de los pobladores de Cerro Azul (Cañete, Lima Provincias). Pero en los últimos años, la belleza de sus playas, las olas aclamadas por los surfistas y los monumentos históricos del distrito, fueron el 'anzuelo' para atrapar y atraer a los turistas nacionales y extranjeros, que encontraron en este rincón costero un espacio ideal para el relax y el contacto directo con la naturaleza. PUEDES VER: Sueño gastronómico: el consumo de anchoveta salvará al mundo Los colores del sunset cerroazuleño encantan a propios y extraños. Foto: Luis Pérez El incremento del turismo generaría un cambio paulatino en la dinámica económica del distrito cañetano. Y es que muchos vecinos comenzaron a invertir en la apertura de restaurantes, hoteles, tiendas, entre otros pequeños negocios relacionados a la industria de los viajes. Los resultados fueron favorables. El boom turístico, sustentado en los atractivos del 'Puerto de los Ensueños' y la ola emprendedora iniciada por parte de su población, haría que la actividad pesquera pasara a segundo plano. Pero esa ola podría colosionar con la primera piedra del Desembarcadero Pesquero Artesanal (DEA), proyecto cuyo expediente técnico de inversión pública -documento elaborado por la empresa Ingenia al que Rumbos tuvo acceso- fue aprobado hace unos días por la oficina de Proyectos y Estudios de la Gerencia Regional de Infraestructura del Gobierno Regional de Lima (Gore Lima). Historia de un proceso La historia del proyecto DEA se remonta a 2007. En ese entonces, Juana Raspa de Pain era la alcaldesa del distrito, mientras que el actual gobernador Regional de Lima Provincias, Nelson Chui Mejía, ejercía el cargo de presidente regional. La propuesta, desde sus inicios, generó la preocupación de los surfistas y empresarios turísticos de esta zona costera. Según lo estipulado en el expediente técnico, en la obra se invertirán más de 23 millones de soles, previéndose un plazo de ejecución de 360 días. La empresa de gas licuado Perú LNG, fue la que realizó los estudios de preinversión y es la responsable de la elaboración del documento aprobado. Alternativa aprobada para la construcción del DPA: Ilustración: Gore-Lima Según los estudios realizados, en los primeros 20 años de funcionamiento el desembarcadero generará ingresos de S/. 3 279 183 soles, lo que representa un crecimiento de 49,7 en la economía del puerto cañetano. La razón: los pescadores de Cerro Azul ya no tendrán que ir hasta Pucusana, generando una mayor dinamica comercial en la zona. Voces en contra “Definitivamente el embarcadero mejorará la economía de Cerro Azul, pero hay que tener en cuenta que para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado. Esta obra tiene serios indicios de irregularidades”, sustentó el exalcalde de Cañete y actual gobernador provincial, Jorge Brignole, en una carta notarial presentada en 2013, a quien era el presidente del Gore-Lima, Javier Alvarado. Brignole sostuvo que nunca se realizó una encuesta para saber cuál era la percepción de la población sobre un proyecto que "solo favorece a 79 pescadores o patrones de lancha. Es más, en su momento ellos se oponían a este tipo de proyectos ya que detrás de todo estaban las transnacionales”, comentó a Rumbos. Centenares de cerroazuleños están en contra de la construcción por considerarla como una amenaza para la naturaleza y la belleza paisajística del distrito. Entre los opositores resaltan los tablistas. “El rompeolas de 15 metros de ancho matará una de las olas de salón más importantes e históricas del surfing nacional”, afirmo el juez e instructor de surfing, Ángel Francia. El deportista lamentó que las autoridades no hayan convocado a un diálogo directo entre las agrupaciones del distrito, para así llegar a un acuerdo. “Apoyamos el sueño de nuestros hermanos pescadores, pero un sueño no puede matar a otro: el crecimiento turístico. El desembarcadero representaría una catástrofe ya que acabaría la tranquilidad que hemos construido por años en la bahía”. Los surfistas también desean que el embarcadero se construya, pero en otra zona del distrito. Foto: Luis Pérez A pesar de su posición crítica, Francia y los surfistas no piden la cancelación del proyecto sino su reubicación. Su propuesta es que no se edifique en la zona de expansión turística, respetando así el expediente técnico. “Nadie está en contra del desembarcadero. Que se construya, pero al sur del distrito, entre Santa Bárbara y Puente Tabla. Ese lugar es perfecto para que se desarrolle”, afirmó Brignole. “Esto es algo injusto para muchos sectores. Cerro Azul no solo es pesquero, también es agricultor y ganadero”, finalizó. Efraín Morales, pescador que decidió abrir un restaurante de comida a base de anchoveta, considera que la reubicación del desembarcadero en la zona sur de Cerro Azul sería idónea, ya que no afectaría a ningún grupo. “En esa zona está la nueva Panamericana Sur. Eso deberían aprovecharlo”, explicó. Es así que las escuelas de surf, restaurantes, hoteles y vecinos del distrito, a través del colectivo Salvemos Cerro Azul, están recolectando firmas para enviar el memorial Salvemos Cerro Azul Turístico, a las autoridades regionales y municipales, para evitar la construcción del desembarcadero en la zona de expansión turística. “Queremos impedir un daño ambiental y social”, concluyó Ángel Francia.