Después de 18 días de hospitalización, la conductora del programa Costumbres fue dada de alta. Rumbos le rinde un homenaje con el siguiente artículo. , Luis Pérez / Revista Rumbos Estimada Sonaly Tuesta, Hoy estás de vuelta con nosotros. Hoy nos invitas a compartir contigo una nueva historia. Esa que tiene un capítulo de aprendizajes e identidad. Su nombre: El verdadero espíritu de los peruanos. Y es que las coincidencias son grandes. El eslogan de tu programa es ese mismísimo sentimiento resumido en oraciones, peticiones y buenas energías que hicieron los que te conocen o no. PUEDES VER: Sonaly Tuesta: "Estoy feliz de estar viva" Todos se unieron en una sola voz: ¡Fuerza Sonaly! Desde tu natal Lámud (Luya, Amazonas) hasta Huaylas (Ancash), el lugar donde se festeja en honor a la patrona de las cosechas: Santa Isabel o Mama Shami. ¿Nostalgia? Claro, si fue el destino donde empezó todo; donde nació el primer programa de Costumbres, emitido en el 2000 en el día de Santiago (25 de julio). Pero no fue fácil, desde la universidad, la televisión te asustó, te parecía de gente especial la que sale ahí. Pero te diste cuenta que el tema era importante. Sirvió para mirarte a ti misma y recordar de dónde vienes. Eso te fortaleció para perder el miedo y salir frente a cámaras. Luchaste. Ganaste la batalla. Es así que se fue cocinando la 'costumbre': las ganas por estar cerca de una realidad, de hablar del Perú a través de la gente que hace artesanía, cocina, canta, baila y festeja, más allá de contar una noticia en sí. “Si el señor te da una papa y su mano está llena de lodo, no puede existir forma de negarse. Pues es su cariño”, es tu consejo para eliminar prejuicios y hacer que transcienda su cultura. Y claro, lo que tampoco es fácil para ti, es cruzar la puerta y dejar a tus hijos. Tus ojos se humedecen porque por más que tienes 16 años viajando, aún no te acostumbras a dejar por varios días a Gabriel y a Santiago. Pero el Perú profundo te llama. Es un sacrificio que te revitaliza. Es tu sacrificio de madre periodista. Tantas batallas vencidas, hasta que te tocó esta. Fue una noticia que consternó a muchos. Pero –como dice Martín– quedó comprobado que la buena fe, la oración, la ciencia y las energías positivas han logrado un final feliz. Tienes aún por celebrar el Perú por muchos años. Y es que la tradición seguirá contigo… ¡Bienvenida guerrera!