La bebida, incluida en la lista oficial de la International Bartender Association (IBA), ha llegado al Perú para conquistar paladares con sus diversas versiones. Una de ellas, la más exótica, lleva unas gotas de las aguas de Mar de Plata (Argentina). , Luis Pérez / Revista Rumbos Su origen aún se mantiene en discusión, pero lo que no se pone en tela de juicio es que prepararlo es una tradición. Tampoco la leyenda de su origen que incita a viajar al pasado: 1919, una época en donde la aristocracia italiana de Florencia concurría al Café Casoni a dejarse poseer por el Americano, el cóctel de moda. PUEDES VER: Huaura, conozca la historia de una bebida de bandera con doble nacionalidad Una tarde, ya cansado de lo mismo, el conde Camillo Negroni pidió al barman Fosco Scarselli una modificación en el típico trago. Cambió de ingredientes y de letras. ¿Cuál fue el resultado? El Negroni. Una combinación de sabores exóticos que sustituyó soda por ginebra. La nueva bebida le encantó al conde. Muy pronto sucedió lo mismo con los personajes de altas esferas. Ambos bartenders argentinos son representantes oficiales del Grupo Campari. Foto: Ángel Chávez “El nuevo aperitivo fue un boom y se apoderó del país. Todos pedían el ‘americano de moda del conde Negroni’. Más adelante, se le dijo adiós a tanto palabreo y se resumió a un cómodo y simple Negroni", concuerdan en la historia Matías Merlo y Seba García, dos reconocidos bartenders argentinos que llegaron a Lima a promocionar la bebida tradicional de la península itálica. El registro “Más allá de preparar un cóctel, lo que buscamos es que el público conozca su historia. Quizá el producto nuevo no sea del agrado de muchos, porque desconocen el nacimiento de la bebida o los ingredientes que tiene. Pero educándolos la aceptación es otra”, vuelven a concordar en sus ideas los maestros en coctelería. Bajo esa misión se plantea Cuentos del Conde, el libro publicado por el grupo Campari, empresa italiana productora de bebidas alcohólicas y no alcohólicas reconocida en más de 190 países. El volumen reúne una serie de recetas para revalorizar la tradicional bebida a través de los toques personales de destacados bartenders. Matías Merlo y Seba García presentan sus versiones registradas en las páginas del libro. Claro, sin salirse de lo tradicional. La esencia sigue ahí. Tal y como lo quiso el mismísimo conde Camillo Negroni, pero con algunos agregados. Una naranja fresca le brinda un toque especial a la decoración del cóctel. Foto: Ángel Chávez Exótica preparación Quizá la versión más extraña sea la del marplatense Matías. Y es que ¿se imaginan unas cuantas gotas del mar de atlántico en su Negroni? Suena a locura, pero es cierto: su pasión por el surfing está ahí. Es su sello personal. “Sigo el ejemplo del conde. Él cambió ingredientes. Yo también he hecho lo mismo”, precisa. Un vaso mediano de Old Fashioned recibe unos cubitos de hielo. “Debe enfriarse”, asegura. Campari bitter, vermut rojo y ginebra son los ingredientes básicos de la mezcla. Pero falta el invitado especial: Sí, tres gotas de Mar de Plata. “Beber y sentir el olor de la brisa marina en un Negroni es meterse al mar”, cuenta, entre risas. Merlo dice que la bebida lleva al buen humor y abre el apetito. Además, es un cóctel refinado y elegante de terraza, sol y ¿periódicos? Entonces, le tomamos la palabra. "Para mí un Negroni, gracias", como dirían en los bares de Italia.